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BERNAT SIRVENT
Miércoles, 23 de febrero 2011, 01:11
La Inspección de Trabajo descubre economía sumergida por la vía de la contratación irregular en tres de cada cuatro industrias que visita. Es un dato de los muchos que demuestran que la economía negra sigue arraigada en el tejido productivo alicantino y que ayer se dieron a conocer en el Observatorio del Fraude, integrado por los agentes sociales y por la Seguridad Social.
La cita se celebró a iniciativa de la Tesorería de Alicante y tras las alertas activadas en los últimos días por los sindicatos CC OO y UGT al conocer los datos hasta septiembre del 2010 de empleo clandestino aflorado por la Inspección de Trabajo (4.271 empleos irregulares).
El jefe de la Inspección laboral en Alicante, Ángel Torres, entregó detallada información a los representantes de los agentes sociales (Javier López Mora, secretario de Coepa; Óscar Llopis, secretario de UGT; y Salvador Roig, secretario de CC OO). Esos cuadros estadísticos ponen de manifiesto que la economía sumergida siguió intensificándose en el último tramo del 2010.
De hecho, en el último ejercicio los inspectores afloraron, sólo en el sector industrial, 2.621 puestos laborales opacos. Es el sector con más economía negra. Mejor dicho, sigue siendo el sector con más irregularidades, pues de antiguo se sabe y se actúa sobre las manufacturas vinculadas al calzado y el cuero en el Vinalopó, el textil en la montaña y el juguete en la Foia de Castalla. Los datos revelan que la economía sumergida sigue muy presente en la industria manufacturera, como destacan Salvador Roig y Óscar Llopis, de CC OO y UGT, respectivamente.
Por sectores
Por orden descendente, los sectores donde más empleo clandestino hay en la provincia son: hostelería (en el 42% de las visitas, los inspectores detectaron alguna ilegalidad); servicios (41%), comercio (41%), transportes (37%), hogar (29%), construcción (20%) y agricultura (18%). Focos nuevos de creciente economía sumergida son, según alertó hace unos días Óscar Llopis y ayer corroboró el Observatorio del Fraude, el sector de rehabilitación de obras urbanas y la limpieza viaria y de hogar u oficinas. El secretario de UGT va más allá en plena crisis del mercado laboral, en el que ya 74.300 familias alicantinas tienen a todos sus miembros en el paro. Llopis asegura que aumenta el empleo doméstico incluso en zonas poco propicias a él como la propia capital alicantina. El trabajo a domicilio era hasta ahora patrimonio exclusivo de la industria manufacturera, como el calzado y los bolsos de piel.
El trabajo intenso de la Inspección laboral en Alicante permitió el pasado año aflorar 4.903 empleos, incluidos los 4.545 en actuaciones planificadas y específicas y los 358 trabajos clandestinos detectados en operaciones al azar. Los inspectores han levantado 3.137 actas de infracción lo que supusieron sanciones y liquidaciones de cuotas sociales por valor de 30 millones de euros (sólo 23 millones de euros en recuperación para la Seguridad Social de dinero que se habría esfumado del sistema de protección social español de no ser por la labor de los inspectores y subinspectores de Trabajo).
La patronal y los sindicatos felicitaron ayer abiertamente el trabajo brillante de este organismo del Ministerio de Trabajo, pese a que ha perdido 3 plazas de inspectores y 2 de subinspectores en el último año por traslados y jubilaciones.
El secretario general de la patronal Coepa, Javier López Mora, felicitó a los inspectores y no ocultó su preocupación por el 42% de anomalías detectadas de media en todas las visitas de Trabajo en el último año. Ahora bien, López Mora precisa que en los casi cinco mil empleos clandestinos aflorados se da todo tipo de irregularidades, desde las más leves hasta las más graves. Desde un simple retraso en la comunicación de una alta a la Tesorería hasta el trabajo de un extranjero sin contrato en horario nocturno sin las mínimas garantías de seguridad laboral. Coepa lamenta que el programa informático de Trabajo no discrimine aún esta información y parezca que hay más economía sumergida de la que en realidad hay. «Las cifras no son buenas y defendemos las inspecciones, pero que lleguen acompañadas de una postura aleccionadora y de rechazo social, porque los empresarios irregulares son una clara minoría», añade López Mora.
La secretaria de CC OO en l'Alacantí, Consuelo Navarro, valora como «muy positivo» el trabajo de la Inspección y exige el aumento de los recursos «para acotar estos comportamientos que son un lastre para la necesaria reactivación económica de la provincia».
Óscar Llopis coincide con Navarro no sólo en felicitar el trabajo de los inspectores, sino sobre todo en solicitar al Ministerio un incremento de plantilla en la Inspección y campañas selectivas de información y divulgación de la actividad contra la economía sumergida para que haya un verdadero rechazo social y el empresario tenga miedo a emplear sin contrato de trabajo.
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