LA CULTURA, EN MANOS DE MUJERES

No fue una cita al uso. No fueron convocadas por una revista de moda ni para un reportaje feminista. A estas alturas nadie duda de que diez mujeres pueden reunirse para abordar cuestiones de envergadura empresarial, política, social y sobre todo cultural sin necesidad de pedir permiso para lucir estupendas en las fotografías. Lo contrario, es machismo.

La primera en acudir al edificio Veles e Vents fue Mayrén Beneyto. Se acercó veinte minutos antes de la hora prevista porque había asistido a una comida en uno de los restaurantes del paseo de Neptuno. La presidenta del Palau de la Música articula su agenda con la perfección de un reloj suizo.

Nuria Cidoncha y Elsa Martínez compartieron sinergias automovilísticas. El cine de la Comunitat, al menos, viaja unido. La directora del IVAC y la directora de la Ciudad de la Luz llegaron antes de lo acordado.

A las puertas del edificio diseñado por David Chipperfield, se acerca un vehículo oficial. De él desciende Trini Miró: «Vengo puntual». Siempre lo es. El sol comienza a caer en el puerto de Valencia.

Inma Gil Lázaro, Inma Tomás y Paz Olmos suceden a la consellera de Cultura. Todas se reúnen con el resto de mujeres en la cafetería del Veles e Vents. Café, agua e infusiones son los aliados de la espera.

Las siguientes en sumarse al encuentro de LAS PROVINCIAS son Carmen Pérez y Silvia Caballer: «¿Somos las últimas?», preguntan. No, no lo son. Aún tienen unos minutos de conversación en Mar de Bamboo antes de someterse al disparo. Disparo fotográfico, claro.

El entorno minimalista de la Marina Real se rompe con la enérgica presencia de la directora del IVAM. «¿Ya estamos todas?». Sí, porque Helga Schmidt, la intendente del Palau de les Arts, declinó participar en el reportaje que toma como excusa el día internacional de la mujer trabajadora para reunir a las 'jefas' de la cultura en la Comunitat.

Para ir rompiendo tópicos, la única persona convocada que llegó tarde, 30 minutos de demora, fue el fotógrafo (un hombre). Diez progesteronas y sólo una testosterona impuntual.