Barberá se reunirá con los indumentaristas falleros

La alcaldesa Rita Barberá volvió ayer a pronunciar públicamente su opinión sobre los trajes de valenciana. «Insisto en que para mi es profundamente exagerada la cantidad de tela de las faldas de los trajes, sobre todo, de las niñas», dijo.

Pero su reflexión no sólo la transmitió públicamente, sino que aseguró que quiere reunirse con todos los indumentaristas valencianos para intentar llegar a un acuerdo. «Lo que no puede ser es lo que yo he visto este año en la Ofrenda y la cantidad de tela que llevan fruncida en la cintura estas niñas. No puede ser, esto es lo que ensancha varios centímetros el contorno», aseguró.

Para la alcaldesa, su objetivo prioritario es defender la «belleza del traje de valenciana, así como su elegancia, donaire y gracia. Por ello considero que las faldas deberían tener menos tela y menos frunce en la cintura con el fin de recudir el contorno», insistió.

A pesar de que sus manifestaciones han generado un gran revuelo entre los falleros. Barberá manifestó que para ella lo más importante es demostrar la elegancia de las valencianas y creo que ahí estamos de acuerdo», insistió.

Por eso, en los próximos días se reunirá con expertos e indumentaristas valencianos para mostrarle su preocupación y alcanzar un acuerdo. «Lo que pretendemos es que la fallera mayor y las de las Cortes de Honor sigan unas pautas que se establecerán en la Junta Central Fallera. Por lo menos, pretendemos que desde el Ayuntamiento el traje de valenciana se lleve como marcan los cánones. Luego el resto de falleras pueden vestir como deseen pero lo importante es que tengan una referencia», afirmó Rita Barberá.

Esta no es la primera vez que la alcaldesa ya deja encima de la mesa esta reflexión. Hace tres años lo comentó y reflexionó en voz alta. Su puntualización no tuvo su efecto. Por eso, este año ha decidido ir más lejos y trabajar conjuntamente con los indumentaristas para reconducir y defender el estilo tradicional del traje de valenciana.

La alcaldesa asegura que no sólo se queda en una opinión personal, sino que los ejemplos están en los libros y los artistas y pintores como Benlliure y Sorolla reflejaban a la mujer valenciana con trajes sencillos y sin tanto volumen.

La moda y las circunstancias políticas, económicas y sociales de cada época han marcado la tendencia durante años. Ahora es la la fallera mayor, la reina de las fiestas, la que marca la moda para la temporada siguiente con unos diseños que poco se parecen a la indumentaria que lucían en el día a día las valencianas de los siglos pasados.

Ahora pocas van con trajes simples, con tejidos lisos, aunque sean de seda. Ahora todas tienen que llevar mucho oro y mucha plata, pese a que «nunca una labradora valenciana fue así, así lo explicaba Victora Lliceras, una de las maestras de la indumentaria tradicional valenciana. «Hoy, para hacer los vestidos más bonitos, cogemos los que se utilizaban para las fiestas, con escotes más generosos, que se llevaban sobre todo con los Borbones, mientras que los más sencillos tejidos algodonosos y ligeros con los que se disfrutaba de las paellas en Fallas apenas lucen entre las falleras». Por eso, muchos indumentaristas abogan por recuperar el vestido de hortelana, de la clase popular.

Los colores también han sido un elemento de debate entre los expertos. Hay falleras que se visten de azul eléctrico, verde pistacho y hasta de naranja butano, cuando se considera que ya son suficientes los colores mediterráneos, el blanco, el rojo, el verde, el azul y el amarillo. En los últimos años se busca el oro y se olvidan de los bordados en blanco y negro.