Puertas abiertas en el Carme

Se disipó la presencia de contenedores en la calle Museu, adiós a los camiones entrando y saliendo del centro histórico con material, primero de derribo y después de construcción. Tras dos años de obras y 3,7 millones de euros de inversión, el Centre del Carme abrió ayer sus puertas con el objetivo, según la Generalitat, de convertirse en el espacio cultural multidisciplinar de referencia en la Comunitat Valenciana.

Pero una cosas son las aspiraciones y otras las inspiraciones, de modo que la consellera de Cultura, Trini Miró y la delegada del Gobierno, Ana Botella, acudieron ayer al Centre para comprobar lo inspirado que ha estado el equipo empleado en rehabilitar y reconstruir un edificio del siglo XIII que ha sido dotado con buena parte de los servicios propios de los museos y salas culturales del siglo XXI.

Las instalaciones ofrecen ocho espacios dispuestos a recibir exposiciones, conferencias y todo tipo de actividades culturales, incluidas las musicales, como la celebrada ayer con motivo de la apertura de puertas del recinto, motivo por el cual se celebró un concierto de música valenciana en versión jazz.

Algunos de los espacios destinados a albergar eventos han sido totalmente reinventados respecto a su uso inicial, el que hace 700 años les dio la Orden de los Carmelitas cuando el convento se puso en pie. Es el caso del Dormitorio, la sala situada en la planta más elevada del edificio, junto al claustro renacentista y en la que se dispone de más de 400 metros cuadrados para albergar exposiciones.

Junto a los grandes espacios para celebrar eventos culturales, la actuación en el interior del Centre del Carme ha supuesto una importante labor de rehabilitación del edificio y de investigación arqueológica.

En el Aula Capitular, donde se ha situado una zona para conocer la historia del convento, se ha constatado la existencia de una cripta que se protege mediante un sistema de materiales reversibles que permiten la visita del espacio que el Marqués de Castellfort ordenó construir para custoidar féretros a partir de 1690.

Igualmente, la reforma del antiguo recinto religioso ha permitido hallar una vivienda musulmana del siglo XII, sobre la que se ha actuado para que, una vez se ha puesto en servicio el edificio, pueda quedar a la vista, pero protegida por gruesos paneles acristalados, la planta islámica de la antigua vivienda.

Cerca de un millar de personas entraron ayer y comprobaron la calidad de las instalaciones. Les recibió un conjunto de tambores, una veintena de percusionistas, que ambientó una inauguración a la que asistió, junto a la consellera, la delegada del Gobierno, Ana Botella, el presidente del Consell Valencia de Cultura, Santiago Grisolía, representantes del Ayuntamiento de Valencia y de la Diputación, así como artistas y todos los altos cargos de la Conselleria de Cultura.

Miró reiteró su deseo de que la finalización de las obras supongan convertir el Centre en un «punto de encuentro y dinamización cultural», mientras que Botella consideró que ayer fue «un día espléndido para el patrimonio de los valencianos, a los que nos pertenece y quienes tenemos la responsabilidad de trasladarlo a próximas generaciones».

De momento, el próximo 5 de abril se inaugura 'Retratos de la Belle Epoque', una de las exposiciones de mayor relevancia de las que organiza para esta primera mitad del año la Conselleria de Cultura.