Una lucha permanente contra la antena de telefonía y los olores del vertedero

Si algo preocupa a los vecinos de El Rebolledo son los efectos negativos que puede tener sobre la salud de los residentes la exposición continuada a las emisiones radioeléctricas de la antena de telefonía móvil situada en pleno centro de la pedanía. Además, junto a los representantes de la Coordinadora de Asociaciones y Colectivos de las Partidas Rurales de Alicante, mantienen una lucha permanente en contra de la ampliación del vertedero de la planta de residuos situada en Fontcalent y que les causa continuas molestias y provoca malos olores que han de soportar.

Esta situación que ha llevado a los vecinos de El Rebolledo a reclaman desde hace más de cinco años el desmantelamiento de la antena y que sea trasladada a otro espacio más adecuado. Consideran que es inadmisible que permanezca por más tiempo esta antena, especialmente porque está situada junto a las viviendas y a una plaza pública, que lleva el nombre del que fue alcalde pedáneo hasta su fallecimiento el año pasado , José Antonio Torá, y a menos de cien metros del colegio, una zona deportiva y el consultorio médico. Localización que, «a todas luces incumple con la normativa que regula este tipo de instalaciones», señalan los representantes vecinales.

Para el presidente de la asociación de vecinos Amigos de Fontcalent, esta antena de telefonía móvil es ilegal porque incumple la ordenanza municipal que regula la instalación de las antenas, y exige a la alcaldesa, Sonia Castedo, «que coja el toro por los cuernos» y dé una respuesta positiva a las demandas vecinales. Ibáñez refiere que lo que en un principio iba a ser una caseta para instalar una centralita se ha convertido en un complejo de telefonía en el que destaca una antena de más de treinta metros de altura en la que se han estado realizando obras de ampliación del repetidor para dar servicio a otras operadoras sin contar con la licencia de obras preceptivas, lo que ha motivado la intervención de la Policía Local que ha levantado acta de estas infracciones.

Pero además, los residentes en El Rebolledo se quejan de que tienen que sufrir los malos olores que se producen como consecuencia de los vertidos de basuras en la planta de residuos sólidos urbanos de Fontcalent, que les obliga a mantener cerradas sus casas, por lo que se oponen a su ampliación. Una situación que pese a que se ha reducido la llegada de basuras a la planta, sigue causando molestias a los vecinos que han denunciado este problema al Ayuntamiento para que adoptase las medidas correctoras necesarias. Los vecinos recuerdan también que el Síndic de Greuges ha solicitado al Consistorio mayores medidas correctoras en la planta de residuos con motivo de la futura ampliación de la instalación.