Borrar
Urgente El Euromillones de hoy viernes deja un nuevo millonario en España
Luis Miguel Agulló, bombero del parque de L'Eliana que coordinó el rescate en el interior de la cueva. :: JESÚS SIGNES
El joven que quedó atrapado en una cueva pasó 18 horas sin moverse
Sucesos

El joven que quedó atrapado en una cueva pasó 18 horas sin moverse

Los bomberos dicen que ha sido uno de los rescates más difíciles ya que debían turnarse para agrandar la gatera con un martillo percutor

M. J. CARCHANO

Martes, 5 de abril 2011, 02:37

Dani decidió pasar el domingo practicando espeleología en una grieta de la Sierra Calderona con algunos amigos. Poco sabía de este deporte de aventura, pero iba acompañado de gente que había estado en esta cueva, la K28, que en principio no tiene mayor dificultad. Sin embargo, en muchas ocasiones la curiosidad es más fuerte y Dani se asomó por una gatera muy estrecha, donde quedó atrapado, cabeza abajo, sin poder salir, por mucho empeño que pusieron sus amigos en sacarle. Lo intentaron desde las dos y media de la tarde hasta las diez de la noche. Fue entonces cuando se dieron cuenta de que necesitaban ayuda para poder liberar a Dani, ya sin fuerzas y agotado por el esfuerzo, de la cueva.

Una llamada al 112, que movilizó a los bomberos del parque de L'Eliana, puso en marcha uno de los dispositivos de rescate «más complicados que hemos tenido que hacer». Quien habla es Luis Miguel Agulló, cabo en L'Eliana, y aficionado al montañismo y a la espeleología. Fue quien coordinó, dentro de la grieta, la operación, que se alargó durante más de ocho horas y que obligó a intervenir a los parques de Moncada, La Pobla de Farnals y Catarroja y a una veintena de bomberos, de los cuales cinco participaron directamente en las labores para liberar al joven. «No todos están preparados para acceder a una cueva. Tuve que ir a mi casa a por mi equipo», dijo Luis Miguel, que volvió con LAS PROVINCIAS al lugar donde quedó atrapado Dani apenas unas horas después. «Estoy agotado, lleno de moratones por todo el cuerpo, trabajamos en unas condiciones dificilísimas», explicó el cabo.

La falta de material fue uno de los primeros problemas que debieron solucionar, ya que «desde el primer momento vimos que era imprescindible agrandar la cavidad para poder sacar al chaval, que la verdad es que se portó genial». Con un martillo percutor que trajeron «no sé de dónde», iban perforando la roca, con mucho cuidado, porque Dani estaba abajo, y las piedras le hubieran caído encima de la cabeza o hubieran taponado el agujero. Así que centímetro a centímetro, turnándose cada cinco o diez minutos, fueron abriendo la cavidad, con mucha paciencia. «Se bebieron 18 litros de agua», explicó el oficial, Manuel Alonso, que estuvo al mando desde el exterior del operativo.

Psicólogo

Mientras, Dani cabeceaba, entumecidas las piernas, semiinclinado, e intentaba mantenerse tranquilo. «Tenía miedo por si se desmayaba, ya que había poco espacio y estaba muy agotado. Le pusimos una mascarilla para que no se tragara el polvo que causaba el martillo», relató sobre el terreno Luis Miguel, que también tuvo que ejercer de psicólogo para que Dani no perdiera la calma. «Estar tantas horas dentro de una cueva así, en un espacio tan reducido, es demasiado claustrofóbico». Pero parece que el joven aguantó. «Sólo se puso nervioso al principio, cuando estaba con los amigos, y vio que no podía salir». Fue la misma gravedad la que le hizo caer de cabeza dentro de la pequeña gruta, que parecía más bien un pasillo estrecho con apenas diámetro para que cupiera su cuerpo.

Tuvieron que instalar electricidad en la cueva, «con varios alargadores», y engancharon cuerdas para facilitar las subidas y bajadas. La gatera se encuentra a unos 80 o 100 metros de la salida de la grieta, una más de las que pueblan la Sierra Calderona, ésta ubicada justo al borde de la carretera que une Serra y Torres Torres.

Ya rayando el alba pudieron sacar a Dani. Fue un trabajo de precisión: «ahora pon el cuerpo a la derecha, la pierna a la izquierda, porque él se movía a ciegas». Prefirieron que el joven viera la luz un día después por una salida más accesible, por la que no tenía que escalar. «No necesitó asistencia médica. Seguramente estará hecho polvo, en su casa sin poder moverse, pero no resultó herido», aseguró el cabo.

Y demostró que estaba en plena forma porque «se comió un bocadillo de jamón a la catalana nada más salir de la cueva».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias El joven que quedó atrapado en una cueva pasó 18 horas sin moverse