Mazazo inesperado

El Mar Alicante cosechó ayer una inesperada derrota en la liga, sólo unos días antes de afrontar ante el Lugi, la ida de las semifinales de la Recopa de Europa. El conjunto alicantino se vio superado por un Alcobendas (21-24) que llegó al Pitiu Rochel con las ideas muy claras, un juego muy bien trabajado y que, sobre todo, supo aprovechar que las chicas de Ángel Sandoval no tuvieron su día.

El Mar esperaba ganar para casi certificar un puesto en competición europea la próxima temporada, pero tendrá que esperar. Desde los primeros compases del envite quedó patente que el encuentro no iba a resultar ningún trámite. El conjunto alicantino se sintió incómodo sobre la cancha desde el inicio y ni siquiera el 3-1 sirvió para que el Mar viera el futuro con una perspectiva diferente.

En el ambiente revoloteaba el encuentro ante el Lugi del sábado y no sólo porque Isabel Ortuño -el gran referente ofensivo del Mar- se quedara en el banquillo durante el primer cuarto de hora. Sino porque el ritmo de juego lo imponía un Alcobendas que tenía las cosas muy claras.

Pero donde realmente tenía el problema el Mar Alicante -sin contar que la aportación de Linda Pradel en la portería estaba siendo más bien escasa- fue en ataque. En ningún momento encontró la forma de superar la defensa del Alcobendas. Al descanso se llegó con un marcador que dejaba el partido abierto (9-11) y en el arranque de la segunda mitad, el Mar superó un inicio complicado, al tener que empezar con sólo cuatro jugadoras de campo por las exclusiones de De Sousa (segundos antes del descanso) y Pradel, ésta ya con el tiempo cumplido y por una acción infantil, al encararse con una rival.

El Alcobendas se marchó de tres goles (10-13, m.33), pero entonces el Mar encontró a Cristina Maestro en la portería y a Lene Tobiasen en ataque. Por debajo en el marcador, los nervios del Mar se agudizaron. Cometió falta en ataque y se vio dos goles por debajo en el marcador. Y para acabar de redondear la serie de despropósitos, Tobiasen entró antes de tiempo tras su exclusión y el Mar se vio tres goles abajo y sin tiempo (ni fuerzas, ni cabeza) para reaccionar.