El fiscal, el mejor aliado de Luna al ver «imposible» que cometiera los delitos

Ángel Luna no pudo tener ayer mejor abogado defensor que el teniente fiscal Gonzalo López Ebri. Sin duda, fue su mejor aliado en el juicio que se siguió contra él en la sala de lo Civil y Penal del TSJ al estar acusado de un delito de encubrimiento. El Ministerio Fiscal, como ha hecho desde que se inició el proceso tanto en su vertiente del delito de revelación de secreto como en el de encubrimiento, pidió la absolución para el diputado. Para López Ebri, a Luna se le ha acusado de dos delitos «de imposible cumplimiento».

El síndico socialista se convirtió ayer en el primer diputado en sentarse en el banquillo de los acusados. Lo hizo por exhibir un informe policial de la visita del Papa a Valencia vinculado al caso Gürtel y que, posteriormente, se demostró que estaba bajo secreto de sumario. El PP presentó en un primero momento una denuncia por un presunto delito de revelación de secreto. Posteriormente derivó en una imputación por encubrimiento a la persona que le pudo filtrar el documento.

Ante un tribunal patroneado por la presidenta del Tribunal Superior de Justicia valenciano, Pilar de la Oliva, la acusación, en este caso el PP, pidió inhabilitación de cargo público de dos años y nueve meses y multa 26.550 euros; la defensa, la absolución y que se condene al pago de las costas al PP y el fiscal, la absolución. La intervención de López Ebri fue la más comentada al final de la mañana. El fiscal despojó a Luna de cualquier sensación de culpabilidad al entender que los dos delitos que se le han imputado «son de imposible cumplimiento».

Camino sin retorno

El teniente fiscal insistió que su función es la de acusar, pero matizó que en este caso no podía. López Ebri fue muy gráfico: «Esta acusación es un camino sin salida y, lo que es peor, sin retorno posible». Tras apuntar que no tenía por qué creerse la versión del acusado de que había recibido el informe de forma anónima, argumentó su teoría sobre la acusación por un delito de revelación de secreto sumarial. El fiscal apuntó que era imposible que Luna pudiera cometerlo porque en el momento en el que mostró el informe en la tribuna de Les Corts (el 24 de marzo de 2010) no era parte en el proceso.

El abogado de la defensa, Virgilio Latorre, criticó que el PP mantuviera su acusación por revelación de secreto «cuando sabía que no éramos parte, que era falso y por eso pedimos el pago de las costas».

El teniente fiscal, que hizo público su malestar por las críticas lanzadas desde el PP sobre su pasividad en este caso, apuntó que la revelación de secreto la podría haber cometido personal de correos, de informática, de la limpieza o haberse facilitado el informe antes de que se incorporara al sumario de Gürtel.

Sobre el delito de encubrimiento, el teniente fiscal apuntó que se circunscribe «casi en exclusiva» a asuntos de asesinato, homicidio, drogas y robo. López Ebri añadió: «Es imposible sancionar a alguien por encubrimiento cuando no se conoce al autor del delito». Posteriormente lamentó que la acusación popular pidiera la inhabilitación de Luna como cargo público cuando no corresponde a este delito. En este caso, sólo la multa. Al final de su intervención, el fiscal fue muy didáctico: «Planteo una sentencia absolutoria porque jamás una hipótesis debe ser medio para desvirtuar la presunción de inocencia»

El abogado del PP, Jorge Carbó, pidió que se condene a Luna e insistió en que el diputado del PSPV sí que debía conocer que el informe estaba bajo secreto de sumario. Además, señaló que 'perder' el informe «es un acto grave porque es el único elemento que prueba la comisión del delito». Carbó señaló que Luna pretendió ocultar el informe: «No lo presenta pero tampoco dice que no lo tiene».

En su declaración, Ángel Luna mantuvo que el informe lo encontró encima de su mesa, que le había llegado de manera anónima y que llevaba su nombre manuscrito. Lo abrió, vio que eran unos folios sobre la visita del Papa y pidió al servicio de reprografía de Les Corts que se lo encuadernara. El acusado aseguró que no sabía que ese documento podía estar bajo secreto de sumario del caso Gürtel ni que estaba bajo protección policial. Preguntado por si se acordaba dónde dejó el informe, Luna mantuvo la tesis que ha sostenido cada vez que ha declarado en el TSJ. Una vez realizó la pregunta parlamentaria se despreocupó de él y esta sensación fue en aumento una vez se hizo público el sumario, donde figura el documento con sus anexos.

Luna no supo aclarar si lo perdió o no. Aseguró que lo buscó sin éxito y añadió que podría estar en algún cajón. Lo que sí que dejó claro es nunca tuvo intención de encubrir a nadie «y es que ni sé a quien podría encubrir». Esta es la clave de esta cuestión e hila con la tesis del Ministerio Fiscal. Si no se sabe quién pudo filtrar el documento secreto, pues no se sabe la identidad de la o las personas las que se puede estar protegiendo.

Luna dijo esto al final de la vista, cuando la presidenta de la sala,. Pilar de la Oliva, le dijo al acusado si quería aportar algo más. Lo normal es que el que se sienta en el banquillo opte por no decir nada pero con el viento a favor de la exposición del teniente fiscal, el portavoz socialista tomó la palabra para dar una versión más política.

Apuntó que su intención siempre ha sido la de descubrir a qué se destina el dinero de los valencianos y lamentó que el PP haya conseguido su primera victoria en este tema al lograr que se hablara más de el proceso de Luna «que del fondo de la cuestión». Por eso, y antes de que De la Oliva declarara el juicio visto para sentencia, el portavoz socialista hizo un ruego: «Si se sentencia con un delito que no he cometido sería una segunda victoria (para el PP) y no se lo merecen».

En el juicio declararon el escolta de Luna; el jefe de seguridad de Les Corts; el gerente de Blanquerías y el líder del PSPV, Jorge Alarte, que defendió su «tesis» de que lo filtró alguien vinculado al PP.