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PACO MORENO
Miércoles, 6 de abril 2011, 16:46
Tiempo primaveral, 23 grados centígrados y la ciudad que empieza a bullir de turistas. Pero el calor trae un problema en el lago del parque de Cabecera y se llama tortuga de Florida. Un animal cuya venta está prohibida y qeu fue detectado por primera vez en el viejo cauce en 2005. La única alternativa para reducir la «plaga» es coger un kayak, una red y salir de caza cuando llega la primavera.
Eso es lo que tendrán que hacer este año de nuevo, indicaron fuentes de la empresa Estudi Verd, contrata de la concejalía de Sanidad encargada de la gestión de animales exóticos en la vía pública. Con un poco de pienso para gatos, que se esparce por el agua para que suban las tortugas a la superficie.
De ahí al centro municipal de las Moreras, donde no queda otra opción que el sacrificio. A pesar de la retirada progresiva «su número no ha hecho más que aumentar. Estas tortugas no han alcanzado por si mismas las aguas del parque sino que han sido abandonadas por sus dueños que las tenían en casa, cansados de tener que limpiarlas a diario y de observar el enorme tamaño que adquieren en pocos años».
Además, las mismas fuentes hablan de «cierta agresividad que manifiestan, así como que pueden ser transmisoras de la salmonella, lo que hace que finalmente algunos opten por liberarlas». Además del lago situado en el primer tramo del viejo cauce, también se han encontrado tortugas de este tipo en el jardín de Monforte y en el parque de Marxalenes, entre otros.
«Cuando las compraron, pues su venta está ahora prohibida, estas tortuguitas tenían un tamaño pequeño y unos llamativos colores. Dado que inicialmente se puede tener en cualquier pecera, los padres acceden a comprar uno de estos animalitos a sus niños. El capricho de un día se transforma en un grave problema para las autoridades y nuestro medio ambiente», afirman.
Esta especie procede del sureste de Estados Unidos y noroeste de Méjico. Se estima que entre 1989 y 1994 se comercializaron en el mundo 26 millones de ejemplares, habiéndose detectado su introducción en el medio natural de muchos países europeos (Francia, Italia, Reino Unido, Alemania y España). Se alimenta de peces, pollitos de aves acuáticas, carroñas, invertebrados acuáticos, y compite con especies autóctonas como son el galápago europeo y el galápago leproso, cuyas poblaciones en algunos casos están en declive. Por esa razón, la Unión Europea prohibió su importación en 1997.
Está considerada como una de las 20 especies invasoras más dañinas presentes en España. «La ley de 2003 de conservación de la flora y fauna silvestre dice claramente que liberar nuestras mascotas exóticas en el medio natural es un delito», añaden desde Estudi Verd, aunque en el lago se encuentran peces y patos de numerosas especies.
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