El Gobierno presume del Ágora en Rusia mientras el PSPV lo cuestiona

La sociedad estatal Acción Cultural Española (AC/E), cuyo objeto es promocionar la cultura española en el exterior, presentó ayer en Moscú la exposición 'Una ciudad llamada España. Arquitectura contemporánea española', una muestra que, según AC/E, reúne 80 proyectos de 70 estudios de más de 100 arquitectos, «que dan cuenta de la riqueza, la diversidad y la calidad de la producción arquitectónica reciente de nuestro país». Tres de estos proyectos se ubican en la Comunitat: el de Vicente Guallart en Vinarós, el Centro de Día y las viviendas en San Vicente del Raspeig de Javier García Solera y el Ágora de Santiago Calatrava.

El último edificio inaugurado en la Ciudad de las Artes y las Ciencias se incluye en una selección amplia comisariada por el catedrático Manuel Blanco, una muestra que «se enmarca en el programa de actividades diseñado con motivo del Año Dual España-Rusia 2011», según la AC/E, sociedad creada y tutelada por el Ejecutivo socialista. Sin embargo, los socialistas valencianos no tienen tan buena opinión de la obra de Santiago Calatrava.

Cuando en 2005 se anunció su construcción, el PSPV emitió una nota donde José Camarasa, el entonces portavoz de Grandes Proyectos, se preguntaba «qué justificación puede tener el Ágora, más allá de la megalomanía personal del señor Camps». Más recientemente, en 2010, el edil socialista en el Ayuntamiento de Valencia Juan Ferrer señaló que «la pregunta del millón» es «qué es lo que se va a hacer en este edificio que da la sensación de que es como una Plaza de Toros cubierta, como la que quiere Rus, pero cuadrada y con menos aforo». Y ya al filo del periodo electoral, el pasado mes de enero, el candidato socialista a la alcaldía de Valencia, Joan Calabuig, puso como ejemplo de «sobrecoste» el Ágora, y lo incluyó en su discurso sobre la visión «conservadora y anticuada» del PP a la hora de gestionar una ciudad.