Ferrero renuncia por lesión a Roland Garros, después de 12 años seguidos y tres finales

Temporada maldita para Juan Carlos Ferrero. La lesión de rodilla de la que fue operado a finales de la temporada pasada sigue creándole problemas y el tenista de Ontinyent no podrá jugar en el torneo que nadie quiere perderse: Roland Garros.

Tras haber participado de forma consecutiva desde 1998, Ferrero ha decidido renunciar al torneo que cuya victoria lo lanzó hacia el número 1 en 2003, una temporada en la que fue finalista de otro grande, el US Open, y en la que ganó los Masters de Montecarlo y Madrid. El tenista valenciano, además, ha jugado otras dos finales en la tierra batida de París: en 1998 como júnior y en 2002 como profesional.

La rótula de su rodilla izquierda tuvo que ser intervenida en octubre. Así Ferrero se perdió 'su' torneo el Valencia Open 500. La recuperación ha ido alargándose y el valenciano no pudo defender los puntos que ganó a principios de 2010, con sus títulos en Buenos Aires y Costa de Saiupe (además del de Umag), lo que le ha hecho perder casi 50 puestos en la clasificación ATP. Tras reaparecer en el Godó y en Madrid, decidió no acudir al Masters de Roma con la esperanza de recuperar la musculatura de la pierna izquierda para Roland Garros.

«Es mejor parar y no perder 10 12 días de recuperación, porque un torneo a cinco sets hay que afrontarlo con plenas garantías», comentó ayer Antonio Martínez Cascales, entrenador de Ferrero.

Ahora, el objetivo es reaparecer en la hierba de Wimbledon o, en esa misma última de junio, en el Campeonato de España sobre tierra batida, superficie que le favorece más por el tipo de lesión.

Ferrer k.o., Medina o. k.

David Ferrer, primer cabeza de serie del torneo de Niza, cayó ayer en cuartos de final ante el ruso Dolgopolov por 6-4, 1-6 y 7-5. El checo Tomas Berdych se enfrentará en semifinales a Almagro, que ganó a Andújar. Anabel Medina ganó a la croata Mirjana Lucic por 6-4 y 6-4 y se enfrentará en la semifinal de Estrasburgo a la primera cabeza de serie, la francesa Marion Bartoli.