El futuro de las casas ilegales hunde al PP de Ontinyent

Si hace cuatro años los afectados por las paralizaciones de viviendas ilegales en Ontinyent votaron en masa al PP, que compareció con la promesa de solventar la situación, ahora han dirigido su voto al Centro Democrático Liberal (CDL), que contaba en su candidatura con miembros de la Asociación en Defensa de les Casetes (Adeca). Este grupo ha sido muy crítico con la gestión de un PP, que según dicen, «no sólo no ha solucionado el conflicto sino que lo ha multiplicado enviando a los afectados órdenes de derribo y multas que en algunos casos superan los 300.000 euros». Con este panorama, la victoria menor de la popular Lina Insa deja la alcaldía de Ontinyent en el aire.

Una de las posibles alternativas es que, como en 2003, se reedite un tripartito formado por PSPV, Compromís y Esquerra Unida, que vuelve al arco plenario tras cuatro años sin representación. Sin embargo, parece complicado que ninguna de las tres formaciones pacte con el PP. El cabeza de lista de EU, Manolo Ruiz, declaró que «ni por activa ni por pasiva gobernará el PP en Ontinyent» y el número uno de Compromís, Josep Antoni Francés ya anunció públicamente hace varias semanas que Insa no sería alcaldesa con el apoyo del Bloc.

En esta tesitura sólo cabe otra opción que no sea el tripartito: que la formación nacionalista acceda a un pacto de gobierno con el PP a cambio de que Insa, a la que los nacionalistas acusaron de «extremo personalismo» y de «practicar la sordera con la oposición», deje su puesto. Ni siquiera la previsible bajada del PSPV le ha valido a la candidata popular para reafirmarse en el poder. La aparición del CDL y Gent d'Ontinyent (sin representación ambos pero acumulando casi 800 votos entre los dos) le ha restado votos al PP. Hay que remarcar que el CDL se ha hecho acreedor del voto del diseminado, marcado por la complicación de las casitas.