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JULIÁN LARRAZ jlarraz@lasprovincias.es
Lunes, 6 de junio 2011, 13:10
A las 13.30 horas del pasado viernes, la joyería El Miguelete, a unos pasos de la puerta de la Catedral, bajó la persiana. En ese momento, un grupo de ocho jubiladas alemanas piden que se les haga una foto con la puerta de los Apóstoles de fondo. Algo está cambiando y más que cambiará a partir del 1 de julio cuando el local de este histórico comercio tradicional deje paso a Cupcake Valencia, un negocio de productos puramente americanos que ofrecerá en unos de los lugares con más paso de turistas de la ciudad de Valencia cookies, brownies, muffins, galletas decoradas y cupcakes. Comida concebida para reponer fuerzas mientras se hace turismo. La valenciana Olga Leston abrirá aquí su tercer local. El primero está en el número 36 de la calle de la Paz y el segundo, que en breve celebrará su inauguración, en la calle Colón, 2.
No se trata, ni mucho menos, de las únicas aperturas que va a tener el tramo que discurre entre la plaza de la Virgen hasta la estación del Norte. Alain Tabernero, de la inmobiliaria Grupo Alain, especialista en comercios en zona prime, y que ha hecho operaciones tan importantes como la apertura de la primera Apple Store en Valencia, asegura que Valencia está causando furor en toda Europa. El interés turístico de la ciudad ha adelantado al comercial. «Todo el mundo quiere abrir una heladería en el centro de Valencia», asegura el experto inmobiliario, que en lo que lleva de año ronda casi la decena de operaciones en la zona prime del turismo en la ciudad.
Los cambios que están experimentado los comercios del centro de Valencia se basan en potenciar el turismo en detrimento del comercio tradicional. La joyería El Miguelete no es la única que ha cerrado puesto que la joyería Atenea, en la plaza del Ayuntamiento número 15, ya ha dejado paso a Sweet (chucherías), que abrió sus puertas antes de San José. El local de al lado lo ocupa desde mayo Yogurtlandia.
Otro de los cierres de comercios históricos lo protagoniza Bañón. El primer local de la firma, situado en la plaza del Ayuntamiento, ha dejado paso a una de las principales multinacionales del helado de yogur: Smöoy. Según relata Alain Tabernero, intermediario de esta operación, un inversor ha comprado este local a la histórica firma valenciana con el objetivo de arrendarlo a una cadena que tuviera en el turismo su razón de ser.
A finales de julio se producirá uno de los cambios más sintomáticos de este espacio de la ciudad. Abanicos Rosalen, ubicado en San Vicente, 11 (acera de la derecha camino a la Catedral formando esquina con la plaza Mariano Benlliure) está a punto de cerrar para dejar paso a un inversor holandés. Su proyecto en este espacio es una zumería. Su ubicación le permitirá situar una terraza en la plaza perfectamente visible desde San Vicente pero sin interrumpir el paso de los turistas. Ayer este espacio se utilizaba para el intercambio de cromos. Pocas ubicaciones de esta zona prime permite terrazas aunque la presencia del comercio holandés no será el único desembarco internacional.
El local de la histórica cafetería Kansas (plaza de la Reina, 18, ya en zona peatonal a la derecha si se mira al Miguelete) dejará su color amarillo con ventanas de madera tintadas de azul para reconvertirse en una cafetería de lujo regentada por italianos. El objetivo de este negocio es elevar el nivel de gasto del cliente ofreciendo un local de diseño y lujo que es poco común en el centro turístico de Valencia. La apertura de este local es inminente.
La hostelería es el negocio que con mayor ansia está desembarcando en esta parte histórica de la ciudad. En San Vicente han abierto recientemente dos locales de tapas: el vasco Orio y 'No me toques las tapas que te conozco'. En la calle de la Paz inauguró su local la pasada semana la cadena de comida catalana Nostrum. En San Vicente, 7 ha abierto también Xacoa, que ofrece café, té y refrescos para llevar.
Aunque los establecimientos de tapas y comida en general triunfan en esta zona, el mayor boom se da en el subsector de heladerías. Las tradicionales de la calle Navellos están a rebosar y en el número 14 Pasta Italia dejará paso a una nueva cafetería-cervecería. En Convento Santa Clara ha abierto Llaollao, que también está en la calla Játiva.
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