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ZOA SANZ
Sábado, 11 de junio 2011, 03:30
La planta de transferencia de basuras reportará a Ròtova unos ingresos anuales de más de 100.000 euros (1,25 euros por tonelada transferida). Esta es la tarifa que establece el convenio que fue ratificado la tarde del jueves en Xàtiva durante la reunión del Consorcio del Plan Zonal de Residuos Sólidos Urbanos.
En este encuentro se aprobó por unanimidad de todos los representantes de los municipios de la Safor tanto la ubicación de esta infraestructura en el polígono industrial Les Masses como el convenio que establece las contraprestaciones, lo que da vía libre a la construcción de la planta. La instalación, ubicada en 4.000 metros cuadrados, transferirá 85.000 toneladas de basura al año procedentes de Gandia, Oliva y el sur de la Safor. El Consorcio invertirá tres millones.
Uno de los votos favorables fue el del alcalde de Palmera, Àlvar Catalá, de Compromís, pertenenciente al mismo partido político que en Ròtova rechaza de lleno la planta y que incluso ha iniciado una campaña en su contra.
El alcalde de Ròtova, el popular Toni García, defiende que la planta de transferencia reactivará la economía, generará entre cinco y ocho puestos de trabajo y no supondrá molestias a los habitantes.
Asimismo, indica que no va a suponer ningún gasto para el Ayuntamiento, ya que la Administración Local no va a asumir ni el transporte de los residuos desde la planta al vertedero ni las tareas de limpieza.
García calcula que en dos semanas se pueda entregar el permiso de obra y que estas podrían comenzar a finales de este mes o principios del que viene.
No obstante, las argumentaciones de la máxima autoridad no convencen a Compromís. «Los vecinos no quieren la instalación. Es más, quieren que hagamos todo lo posible para evitarla», remarcó el portavoz de Compromís en Ròtova, Jordi Puig. Compromís pedirá al Ayuntamiento que convoque una reunión entre la gente del pueblo. «Desde Compromís, creemos que la posición de los vecinos debería tener un peso determinante sobre la decisión de su alcalde».
Puig agregó que no defienden una postura propia sino los intereses de los vecinos. En este sentido, Puig subrayó que no ha habido ninguna reunión pública para explicar el proyecto. El alcalde de Ròtova no comparte las palabras de los nacionalistas a quienes acusa de dividir al pueblo. García explicó que siempre ha estado abierto a informar sobre este asunto y que en varias ocasiones ha propuesto una visita a la empresa de Joaquín Lerma, situada en Ròtova, donde desde hace dieciocho meses está realizando tareas de transferencia de basuras «sin ocasionar ningún problema a nadie». El popular aseguró que no entiende la postura de los nacionalistas porque «no se puede comparar la planta de Ador con la de Ròtova».
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