

Secciones
Servicios
Destacamos
M. J. CARCHANO
Viernes, 1 de julio 2011, 02:09
La fragílisima situación económica que vive el Ayuntamiento de Alboraya no solamente ha afectado a los funcionarios del Consistorio. Los vecinos de la localidad han comenzado ya a notar sus efectos, después de que el anterior equipo de gobierno, liderado por el popular Manuel Álvaro, renegociara con la empresa FCC, que se encarga de la limpieza de las calles en el municipio, una reducción de los servicios a partir del 1 de junio, que obligó a la firma a despedir a tres trabajadores.
Según denunció ayer el actual alcalde, el socialista Miguel Chavarría, «nos han llegado quejas de vecinos porque las calles están sucias». Al despido de los tres empleados de FCC se une que otros dos están de vacaciones, «y no han sido sustituidos», con lo que de 13 personas que se dedicaban a mantener limpia la ciudad, «ahora restan solamente ocho», explicó Chavarría.
Precisamente, FCC fue una de las empresas que firmó nuevos convenios con el Consistorio para renegociar la enorme deuda que acumula con la firma, alargando los plazos de pago durante varios años, ya que las arcas municipales están completamente vacías. «La deuda del Ayuntamiento supera ampliamente los 100 millones de euros», alertaron fuentes municipales. El alargamiento de la deuda, que aprobó el Partido Popular, ha comprometido los ingresos de toda la década.
El cuatripartito que conforma el equipo de gobierno (UPPA, Cialbo, Compromís y PSPV) lucha ahora para solucionar los temas del día a día, ya que la situación que había dejado el anterior gobierno ha sido «caótica». Por ejemplo, el alcalde explicó que no se había firmado el contrato con la empresa adjudicataria del mantenimiento de las playas, que debía haber comenzado el pasado 15 de junio, y por este motivo esta semana han comenzado a instalarse las pasarelas o las papeleras, tanto en Port Saplaya como en Patacona, donde hace ya muchos días que centenares de bañistas aprovechan el buen tiempo junto al mar.
Sí habían firmado contrato, por el contrario, con la empresa que se encarga de organizar algunos de los actos de las fiestas que se celebran desde el 2 hasta el 10 de julio. «Y lo habían hecho mal, ya que se comprometieron pagos hasta el 12 de julio, a pesar de que las fiestas acaban dos días antes. Hemos tenido que hablar con la empresa para modificar las condiciones del contrato», explicó Chavarría.
De momento, el presupuesto con el que funciona el Ayuntamiento de Alboraya es una prórroga del de 2009. Las únicas obras que están en marcha ahora son las de la reurbanización del paseo que discurre sobre la línea de metro, y que se alargan desde hace meses. Los últimos días han estado trabajando en la jardinería, pero ni para esta obra, planificada desde hace años por el soterramiento de la línea, hay presupuesto suficiente.
El soterramiento de la línea a su paso por Alboraya ha costado 70 millones de euros, y se inauguró a finales de 2010. Pero es la operación urbanística que el anterior alcalde intentó hacer con los terrenos del centro comercial Alcampo lo que parece haber endeudado al Consistorio. De momento, sin embargo, se investigan pagos que hubiera autorizado el anterior alcalde justo antes de abandonar el despacho de alcaldía, que en principio debían haberse destinado a abonar la extra de los funcionarios.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.