«Con el cáncer o sigues nadando o te hundes»

Cuando pisaron la orilla de la Playa del Postiguet de Alicante algunos rompieron a llorar. Los 22 nadadores del Reto 2011, con David Meca a la cabeza, llegaron ayer exhaustos y emocionados tras superar la travesía que se habían marcado. No se lo creían. Como tampoco que decenas de bañistas y amigos les estuvieran esperando con música, con carteles de «campeones» y vítores. Se abrazaron a sus familiares, se hicieron cientos de fotos y aunque David Meca quiso el protagonismo no lo consiguió porque los curiosos querían una imagen suya para el recuerdo, y porque sus compañeros de fatiga quisieron reconocerle su ayuda.

Al grito de «¡espartanos!», -tal y como clamaron-, el Reto 2011 está conseguido. El objetivo que se marcaron era realizar una prueba de superación sin precedentes en una lucha simbólica contra el cáncer, para dar a conocer la Asociación Española de Afectados por Linfoma, Mieloma y Leucemia (AEAL). Junto al Club de Natación RC7 de Alicante organizaron una travesía Ibiza-Alicante, donde participaban nadadores no profesionales. Entre ellos, Víctor Rodríguez, que estuvo acompañado por Selina Moreno, ambos afectados por la enfermedad. El primero tuvo un linfoma, se sometió a un autotrasplante y todavía no ha recibido el alta. Ella un cáncer de mama, que no le ha impidió en el mes de junio realizar la travesía a nado la Isla de Manhattan en Nueva York. Dos ejemplos para los demás, por mucho que nos le guste este calificativo.

«Si hay unos campeones en la vida son los que se enfrentan a esta enfermedad. Aquí tengo dos casos de superación absoluta», aseguraba David Meca en referencia a la proeza de Víctor y Selina. «Ellos han estado hace un tiempo enfermos y míralos ahora superando récords. En la vida todos pasamos por problemas y adversidades y lo que hay que hacer es tener mucha ilusión y seguir nadando porque si no te hundes o te hunden. Así que enhorabuena a estos campeones».

El equipo se sobrepuso a varias dificultades que les llevaron a modificar la ruta inicial. Además de medusas y mareos y tener que aplazar un día la salida por las corrientes, el «momento más duro» lo vivieron cuando tuvieron que suspender la travesía del Canal de Ibiza porque «se estaba haciendo de noche, había muy mala mar y la seguridad de los nadadores era lo más importante», explicó Rafael Espí, uno de los responsables de la organización.

Esta incidencia obligó volver a puerto y partir a Moraira en barco, donde reanudaron el reto. Unos momentos de desánimo que también vencieron. «Estamos emocionados, y pese a las dificultades, lo volveríamos a hacer».