La asesinada en Chiva se negó a recibir protección

La mujer boliviana de 30 años que el pasado domingo apareció estrangulada en Chiva rechazó una orden judicial de protección después de denunciar a su esposo por unos presuntos malos tratos. Su marido, que confesó el crimen, ha pasado las primeras horas en prisión, después de que el miércoles un juzgado de Requena ordenara su encarcelamiento.

Según explicaron fuentes del TSJCV, este episodio de violencia doméstica previo al homicidio se produjo en 2009. Al parecer, Julia, la víctima, acudió a la Policía Nacional, interpuso una denuncia y pidió una orden de protección.

Los agentes trasladaron al juez las diligencias, pero todo cayó en saco roto cuando le ofrecieron a la mujer la citada protección. Entonces, por temor o arrepentimiento, ella la rechazó y también se negó a declarar contra su pareja.

Después de este breve encuentro con la justicia, la pareja reanudó la convivencia. Pero su relación se truncó bruscamente entre la noche del sábado al domingo, en el término municipal de Chiva.

Según ha podido saber LAS PROVINCIAS de fuentes próximas al caso, Julia y su esposo se habían desplazado hasta el lugar por unas gestiones personales. Por razones que no han trascendido, se produjo una discusión muy intensa entre ambos. En el transcurso de esa disputa el acusado del crimen se hizó con una soga o cable y la asfixió. Tras ello buscó presuntamente un lugar apartado y abandonó el cuerpo sin vida. No se preocupó por encontrar un escondite entre la maleza, ya que arrojó a su esposa muerta en un huerto. Después escapó hasta ser arrestado por la Guardia Civil.

Su comparecencia judicial fue larga y su encarcelamiento se decidió a última hora de la tarde del miércoles. En principio, negó los hechos, pero luego se derrumbó ante las evidencias y pruebas físicas recopiladas por los investigadores de Homicidios.

Mientras, Marta, la valenciana a la que su esposo asestó 15 cuchilladas se recupera favorablemente de sus lesiones en el Hospital General de Valencia.