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Economía

Más de 3.500 empresas valencianas cerraron en verano y ya no volvieron a abrir

Economistas y empresarios advierten de que la coyuntura actual empeorará las cifras y prevén un final de año «muy malo»

X. MORET

Domingo, 31 de julio 2011, 13:48

Los empresarios de la Comunitat se preparan para un otoño caliente. El estancamiento del consumo interno y las dificultades para obtener financiación, unidos a la situación de desgaste en la que se encuentran muchas empresas tras casi cuatro años conviviendo con la crisis, disparan la incertidumbre sobre el temporal que acecha en el tramo final del año.

El verano pasado se llevó por delante más de 3.500 empresas en la Comunitat; pequeñas industrias y comercios que bajaron la persiana en julio y ya no volvieron a levantarla en septiembre. En el caso de los autónomos, el descenso fue de más de 2.500 afiliados. Doce meses más tarde, los indicadores del primer semestre de 2011 y el entorno macroeconómico abocan a pensar que la situación puede repetirse este año e, incluso, agravarse. Todos los expertos y empresarios consultados por LAS PROVINCIAS coinciden en el diagnóstico de base: no existen indicios de recuperación a corto plazo, más bien al contrario. En el mejor de los escenarios, la situación se mantendrá estable y, si evoluciona, será de forma negativa. Sólo el tiempo dirá cuál será el impacto de las convulsiones sobre el tejido empresarial valenciano y, por ende, sobre el empleo.

El economista Fernando Giner lo resume de manera sencilla. «Creo que pueden pasar dos cosas: que todo continúe igual o que todo vaya a peor», asegura. Giner condiciona la estabilidad a la resolución de la crisis de la deuda. «Si el Eurogrupo alcanza un acuerdo para lanzar los eurobonos, todo continuará igual porque se conseguirá controlar los tipos. Si eso no ocurre, la situación en Europa puede ser complicadísima», resume Giner.

El presidente de la gestora empresarial Improven, Eduardo Navarro, también sitúa el foco sobre el problema de la deuda. «Es insostenible tener durante meses la prima de riesgo en el entorno de los 350 puntos básicos», manifiesta. A su juicio, hay varios elementos en el entorno macroeconómico que llevan a pensar que la situación a la que se tendrán que enfrentar las empresas y trabajadores de la Comunitat tras el verano será «estable con tendencia negativa».

«2012 será tan duro como este año», resume Navarro. «El regreso tras el verano y todo el año próximo van a ser complicados», insiste. En su opinión, no existen atisbos de recuperación, pero tampoco indicadores claros de que la coyuntura vaya a ser «mucho peor», ya que la economía española, y por extensión la de la Comunitat, está «cerca de tocar fondo».

Siguen cerrando empresas

Los indicadores más recientes de los principales sectores industriales valencianos apuntan en ese sentido. El último informe de coyuntura de la patronal de la provincia de Valencia CEV, elaborado a partir de los datos recopilados hasta junio por las patronales de referencia, refleja que la economía valenciana mantiene su actividad en niveles próximos a cero, pero positivos. No obstante, certifica que en 2011 siguen produciéndose «cierres de empresas en todas las ramas de actividad».

En líneas generales, señala que el único elemento que tira de la economía valenciana es la demanda externa, frente a la «debilidad» en el consumo privado y en la inversión empresarial. Dicho de otro modo: las empresas que han hecho los deberes en internacionalización están en disposición de resistir mejor el envite.

Es lo que sucede con muchas industrias azulejeras o del sector textil. Mientras las ventas nacionales continúan en caída libre, las exportaciones han crecido en cifras en torno al 10% durante el primer semestre. La patronal de la cerámica Ascer apunta que las empresas de su sector atraviesan un momento de estabilidad tras los «momentos difíciles» de los dos últimos ejercicios. En cuanto al empleo, señala que la perspectiva a corto plazo es estable.

En cambio, desde la patronal del metal (Femeval) se apunta que septiembre va a ser un mes «crítico» para muchas empresas del sector. Su pronóstico indica que, ante las dificultades de obtener financiación y los retrasos en el cobro para las empresas proveedoras de la administración, lo «lógico» sería que muchas empresas solicitaran el concurso voluntario de acreedores. Y alerta del efecto cadena: «Tú puedes gestionar muy bien, pero si son tus clientes los que entran en concurso, te trasladan el problema».

Desde el ámbito de la representación empresarial, que mira de reojo el nuevo plan de austeridad anunciado por el Consell, también se atisba un último trimestre complicado, marcado por los ajustes de estructuras y plantillas. Con previsiones de crecimiento de entre el 0,8 y el 1%, el «problema», insisten, es que no se crea empleo. «El ajuste no ha hecho más que empezar. Lo que dijo Juan Roig se va a cumplir» señalan las fuentes empresariales en relación al vaticinio que hizo a principios de año el presidente de Mercadona sobre un recrudecimiento de la crisis en 2012.

«Se puede hablar de estabilidad con tendencia negativa porque las turbulencias financieras afectan a las empresas y el aire que se respira en ese sentido no es de tranquilidad», certifica Eduardo Navarro, quien subraya que es precisamente el reducido tamaño medio de las empresas valencianas su principal lastre para la internacionalización. También el asesor empresarial Fernando Giner augura «meses malos» para las empresas, sobre todo para las que no hayan sido capaces de encontrar nuevos nichos geográficos, con independencia del sector.

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