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BEA NAVARRETE* beanavarrete@gmail.com
Domingo, 14 de agosto 2011, 02:12
El rico y variado patrimonio industrial de L'Alcoià y El Comtat pide a gritos una intervención. Tras permanecer en desuso y en el olvido, ahora reivindica su papel en la historia y su revalorización, tanto por su peso cultural como por sus posibilidades como un recurso social y económico para su entorno. Conscientes de ello, los ayuntamientos de municipios como Alcoy, Ibi, Banyeres de Mariola y L'Alqueria d'Asnar comienzan a rescatar su pasado y a poner en valor su legado arqueológico para darle un uso instructivo y turístico.
Alcoy recuerda aquellos años en los que su industria y economía conocieron su mayor esplendor. Las empresas más emblemáticas que contribuyeron al desarrollo de la ciudad ya han desaparecido, a excepción de Hilaturas Jordá, con más de un siglo de historia. Junto a ella, las distintas ruedas y turbinas hidráulicas que quedan en el Molinar, y las chimeneas ubicadas en el curso de los ríos Molinar y Riquer y en el mismo casco urbano, siguen siendo un referente del paisaje industrial local.
Si la manufactura preindustrial había sido la precursora de la poderosa industria local de finales del siglo XIX y los inicios del XX, asentada principalmente en los antiguos molinos de los ríos Molinar y Riquer, a partir sobre todo del último tercio de siglo, las fábricas liberadas de la exigencia y supeditación de la energía hidráulica abandonan el cauce de los ríos y fueron a instalarse a otras áreas urbanas, dejando prácticamente despoblados sus primeros asentamientos.
En un primer momento se desplazaron a la primera zona de ensanche de la partida del Pla a últimos del siglo XIX, y a principios del XX a la segunda zona, situada cerca de la carretera de Alcoy a Xàtiva. Posteriormente, ya pasada la primera mitad de siglo, se instalaron en polígonos industriales como el de Cotes Baixes, y después en los que van surgiendo en la Beniata, Batoy, Cantagallet, y en otras ubicaciones más idóneas fuera del término municipal.
Pero fue en las primeras décadas del siglo XX cuando se produce la expansión de la industria local textil, favorecida por la neutralidad de España en la Guerra europea, pues tuvo que abastecer los mercados que las naciones en conflicto no podían atender. Se aseguran entre otras las nuevas fábricas del proceso fabril integrado como las de Mataix o Matarredona, la modernizada industria de Hijos de Miguel Payá, y otras tradicionales como la de El Escaló. Dentro de este sector experimenta un gran crecimiento la fabricación de artículos de géneros de punto, siendo las principales empresas la Sociedad Anónima Ferrándiz y Manufacturas Carbonell, líderes en el mercado español.
Actualmente, todas aquellas industrias emblemáticas de finales del siglo XIX y principios del XX ya han desaparecido, a excepción de Hilaturas Jordá, que mantiene su actividad desde 1896.
En las últimas décadas, y dado el gran valor arquitectónico y artístico del legado industrial alcoyano, se han llevado a cabo varias iniciativas para su recuperación. Entre ellas destaca la rehabilitación de la sede de Papeleras Reunidas S.A. para albergar el Instituto Tecnológico del Textil (AITEX) y el Centro Europeo de Empresas Innovadoras (CEEI), la reconversión de la antigua fábrica textil popularmente conocida como Casa Terol en un supermercado y la de Bernabeu en centro de salud y especialidades 'La Fábrica', o la recuperación del conjunto industrial de Ferrándiz y Carbonell, datado de principios de siglo, actualmente sede del campus alcoyano de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), entre otras.
Otros proyectos más recientes son la consolidación de la antigua fábrica de tintes ubicada en el cauce del río Barxell para albergar el Centro de Interpretación Turística 'Explora', inaugurado en el año 2008, y la rehabilitación de la fábrica de tacos en el mismo cauce, que acoge desde el pasado mes de junio el Museo Provincial de Bomberos (MUBOMA).
Son numerosas las propuestas realizadas en los últimos años para poner en valor el patrimonio industrial de Alcoy, aunque muchas no han llegado a cuajar. Una de ellas es la consolidación de la antigua empresa metalúrgica fundición Rodes Hermanos, que ocupa toda una manzana en el barrio de Santa Rosa, a la que quería dársele un uso cultural, o la recuperación integral del conjunto fabril del Molinar, cuna de la industrialización valenciana, situado dos kilómetros al sur de la ciudad, y que actualmente está bastante deteriorado.
En junio de 2005 el Consell declaraba como Bien de Interés Cultural (BIC), con categoría de conjunto histórico, todo el grupo de fábricas del Molinar. Entre los inmuebles están la Font del Molinar, una red hidráulica, el Molí Nou del Ferro, el Molí del Ferro, el Molí de la Figuera, la Batà de Silvestre, la Batà de Pastor, la Borrera de Sanus, la Màquina de Graus, l'Ermita del Pilar, la fàbrica el Xurro, la Borrera d'Espí y Els Solers. Este último, que data de finales del siglo XVIII y se sitúa en el conjunto de construcciones de la Primera Agua, ha sido el único elemento de la zona recuperado hasta el momento, a través de un proyecto redactado por el al arquitecto Ciro Vidal, y contando con un presupuesto de 250.000 euros, que fueron ampliados en 28.000 más con la partida contemplada en los presupuestos de 2008.
El objetivo del anterior Gobierno municipal del PP era dotar a la fábrica del equipamiento pertinente y reabrir sus puertas convertida en un museo de la industrialización, así como ir recuperando poco a poco el resto de elementos patrimoniales. El Gobierno central también se comprometió a extender la consolidación de los edificios, aunque para ello el Ayuntamiento debía previamente adquirir el conjunto de bienes (de propiedad privada), dado que el Ministerio sólo puede invertir en bienes de carácter público. No obstante, todo quedó en agua de borrajas.
Ahora, el actual concejal nacionalista de Patrimonio Histórico, Paco Blay, anuncia que el Gobierno de coalición (PSOE, Bloc y EU) va a retomar el proyecto de recuperación del Molinar. «Aunque no renunciamos a nada, vamos a intentar abordarlo desde un punto de vista administrativo y económico que no sea complejo, teniendo en cuenta que las propiedades son privadas y hay unos derechos adquiridos», apunta. Una de las prioridades es abordar la recuperación de la red hidráulica de la zona (acequias, azudes y el cauce del río, entre otros elementos), ya que según Blay, «esta sería la vía más directa y la más sencilla».
Esquerra Unida-L'Entesa también incluía en su programa electoral un proyecto para rehabilitar las fábricas del Tossal, entre el puente del Viaducto y el nacimiento del río Serpis, para destinarlas a usos sociales y económicos. La iniciativa incluía la creación de una vía verde junto al río Molinar hasta la Zona Norte, así como crear una agencia para gestionar y asesorar en los proyectos para reformar los inmuebles de la zona. Sobre la ejecución de esta idea de la coalición de izquierdas, el edil de Patrimonio Histórico informa que, «la vamos a estudiar con interés y cariño, aunque creo que no es tan urgente».
Por último, Blay destaca el rico patrimonio que dispone Alcoy y la necesidad de ponerlo en valor, por lo que avanza que, «vamos a estudiar detenidamente los elementos a salvar y, en función de la urgencia y del presupuesto, se llevarán a cabo las actuaciones necesarias para recuperarlos».
Banyeres de Mariola
Banyeres de Mariola fue el segundo centro productor en la época del papel de fumar, después de Alcoy, y llegó a tener catorce molinos papeleros activos en la segunda mitad del siglo XIX y primera del XX, entre ellos el Molí Sol, Molí Pont, Molí l'Ombría, Molí Forcall, Molí Tap, Molí Roig y l'Estació. Tras la crisis de los 70, la mayoría de estos edificios fabriles cerraron y fueron abandonados y expoliados.
En los últimos años, y dado el gran interés histórico y arquitectónico que poseen, el Ayuntamiento ha iniciado una serie de medidas para proteger y rehabilitar este patrimonio. En primer lugar, y en cuanto al Museu Valencià del Paper que acoge actualmente el parque Villa Rosario del municipio, se planteó hace unos años la posibilidad de trasladarlo al Molí Pont. Así, a principios del año 2000 se hicieron unas obras de restauración de su cubierta y acondicionamiento, sin que posteriormente se hiciera ninguna otra actuación. A nivel de Consistorio, tampoco se ha redactado a día de hoy ningún proyecto para el traslado del museo, aunque tampoco se descarta.
Por otra parte, y según informa el concejal de Patrimonio, Ramón Albero, hace dos años el Ayuntamiento realizó obras de rehabilitación de la cubierta y consolidación de otro molino, concretamente el Molí Sol, a fin de evitar se derrumbe y preservar el patrimonio industrial. Ese mismo año también se procedió a restaurar el edificio de la antigua estación del tren.
Según Albero, «estamos tramitando otro proyecto de protección de nuestro patrimonio, tanto industrial como paisajístico, mucho más ambicioso». Y es que el pleno del Ayuntamiento aprobó el pasado 29 de marzo el inicio de solicitud de Bien de Interés Cultural (BIC) para el futuro Parque Cultural del Agua, una iniciativa que comprendería desde el Azud del Molí l'Ombria hasta el Molí l'Aspenta.
Dentro de este parque cultural estarían englobados todos los molinos papeleros, propiedad del Ayuntamiento (Molí l'Ombria, Molí Sol, Molí l'Aspenta), así como los azudes, acequias, balsas, canalizaciones, minados de agua y otros elementos propiedad de particulares o de comunidades de regantes. Este es el caso del Partidor de las Aguas, que distribuye las aguas del Vinalopó a los regantes de Banyeres, Bocairent y Beneixama.
Ibi
A finales del siglo XIX Ibi era un pueblo eminentemente agrícola y emigrante, y es en esta época cuando se inicia el negocio heladero. Pero el verdadero motor del desarrollo del municipio, la industria juguetera, tuvo su origen en 1905, cuando la familia de los Payá empezó a fabricar artesanalmente juguetes de hojalata. Paralelamente fueron surgiendo otras empresas en este sector, dejando un importante legado de arqueología industrial en la villa.
De ahí que el Ayuntamiento haya apostado por consolidar la emblemática Fábrica Payá, con el fin de que acoja el Museo del Juguete, hasta ahora ubicado en la Casa Gran, y el Museo de la Biodiversidad. Las obras, que concluirán previsiblemente en los próximos días, fueron adjudicadas por un importe de 381.526, 71 euros, con cargo al Plan de Apoyo a la Inversión Productiva en Municipios de la Comunitat Valenciana.
La teniente de alcalde, Rosa Ibáñez, recuerda que otro de los elementos más emblemáticos que conserva el municipio, la Fábrica Rico, también se rehabilitó la pasada legislatura en tres fases. En la nave antigua se sustituyó y protegió la cubierta, se la dotó de climatización y ascensor y se rehabilitó la fachada. El objetivo es instalar allí el centro de pruebas de la futura Casa de los Reyes Magos de la localidad.
También se ha procedido a sustituir la cubierta y a proteger la estructura contra incendios de la nave central, y la más pequeña ha sido totalmente reformada y desde hace un par de meses acoge el retén de la Policía Local. Otros restos de arqueología industrial destacados que se pueden contemplar en Ibi son las naves de las antiguas fábricas de Juguetes y Estuches y Claudio Reig.
L'Alqueria d'Asnar
L'Alqueria d'Asnar todavía conserva la antigua fábrica perteneciente a la desaparecida empresa Papeleras Reunidas S.A. Sus naves fueron reconvertidas en su día para acoger la Papelera de l'Alqueria, actual motor económico del municipio. Además, el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, a través de la Confederación Hidrográfica del Júcar, procedió el pasado año a la restauración ambiental del río Serpis, antiguo canal del que se abastecía la industria papelera de la localidad, con el fin de prevenir daños por avenidas y generar un espacio para uso social.
El alcalde, Jaume Pascual, informa que hay en proyecto una segunda fase para enlazar la senda que discurre junto al Serpis con Cocentaina y Muro, y avanza que «la idea es que en un futuro también conecte con Alcoy y L'Orxa».
El conjunto de arqueología industrial del Molinar en Alcoy, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), presenta un avanzado estado de deterioro. En los últimos años tan solo se ha rehabilitado una de las fábricas, la de Els Solers, que data de finales del siglo XVIII y se sitúa en el conjunto de construcciones de la Primera Agua.
El actual equipo de Gobierno municipal anuncia que va a retomar el proyecto de recuperación de la zona, no obstante, explica que no se priorizarán las fábricas, sino la red hidráulica (acequias, azudes y cauce del río, entre otros elementos) por su menor complejidad desde el punto de vista administrativo y económico. Actualmente los inmuebles del Molinar son propiedad privada, hecho que ha complicado su intervención en los últimos años.
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