Un tejón lleva seis meses atrapado en un sumidero de Manuel

En un agujero de unos tres metros de largo por treinta y cinco centímetros de ancho y cincuenta de profundo tiene su hogar. Atrapado. Sin luz. Sin vegetación. Sin compañía. Desde el pasado mes de febrero, este sumidero situado en el pueblo valenciano de Manuel es el hogar de un tejón europeo que se ha convertido en el habitante más peculiar de esta localidad de la comarca de la Ribera Alta.

El día de celebración del carnaval, saltó la alarma. Un grupo de niños y personas mayores observaban a un misterioso animal con rayas blancas en la cabeza que paseaba por el sumidero. Unos trozos de manzana fueron su primer alimento. «Era pequeño, como una bola de pelo y con el morro largo», afirma una de las primeras vecinas en verlo y alimentarlo. «Era una cría y estaba hambrienta. Yo creo que alguien la abandonaría», explica.

A partir de ese momento, la voz corrió por todo el pueblo. Numerosos curiosos se acercaban cada día para visitar y alimentar a este peculiar animal. Caramelos, trozos de fruta o magdalenas era lo que más le lanzaban a través de las rendijas. El truco: Acercarse despacio, sin hacer ruido y lanzarle el alimento. A los pocos segundos, el animal sale de la tubería que conecta con el sumidero y busca el alimento.

Y así es como cada tarde, cuando el sol se pone, esta misma vecina sale de su casa para alimentarlo. «Ayer le dí unos trozos de melón, tomate y pan mojado con agua», afirma. «Vienen niños y le hacen fotos con el móvil», manifiesta.

Pero a pesar de la curiosidad que despierta entre la población, tanto el presidente como el secretario de la Asociación de Vecinos de Manuel, Vicente Hernández y José López, consideran que hay que tomar medidas. «Habría que sacarlo de ahí y devolverlo a su hábitat natural», sostienen. «Pesa cerca de ocho kilos y mide unos 80 centímetros de largo y 30 de alto», explican.

Ante esta situación, el alcalde del Ayuntamiento de Manuel, José Cambra, avisó el pasado mes de abril al Centro de Recuperación de Fauna de El Saler, quienes intentaron apresarlo con una trapa «durante dos días». «El animal se escondió y sólo se cogieron ratas», explica. «Después de las fiestas patronales volveremos a internarlo», afirma.

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