El pescador de neuronas
Pocos saben más del cerebro. Pero el neurólogo Antonio Damasio invita «a pensar con el corazón». Y destierra mitos. «¿Usamos el 10% de la mente? Tonterías»
ARTURO CHECA
Viernes, 23 de septiembre 2011, 02:08
Ver a Antonio Damasio es creer que de repente el color se va a tornar en blanco y negro. Que uno va a ver aparecer a su lado a grandes científicos como Severo Ochoa o Ramón y Cajal en los tonos pastel de las fotos de antaño. El neurólogo portugués luce como uno de esos investigadores a la antigua usanza. Gafas de pasta negra. Cuerpo frágil. Frente prominente y despejada. Pelo blanco y casi en melena a lo Einstein. Antonio Damasio (Lisboa, ¿1944?, porque él mismo califica de falsa la fecha oficial y oculta con estudiada coquetería cuándo nació...) es el gurú del siglo XXI en lo que al comportamiento del cerebro humano se refiere. Pocos en el mundo saben más que él en la materia. Pocos han buceado más a fondo en los más de 100.000 millones de neuronas que componen la caja negra de los hombres. Por eso le encanta el poeta Emily Dickinson, el mismo que dice en uno de sus versos que el cerebro «es más ancho que el cielo, todo cabe dentro de él».
Ni siquiera él conoce todos los pasillos del laberinto. Premio Príncipe de Asturias 2005 de Ciencia (Don Felipe lo comparó con Ramón y Cajal y Ochoa). Dos de sus libros ('El error de Descartes' y 'El sentimiento de lo que ocurre') entre los 10 mejores seleccionados por 'The New York Times'. Profesor de Neurociencia de la Universidad de California del Sur. Y director, junto a su esposa (también neuróloga), de un centro que uno se imagina a caballo entre la ciencia ficción y la realidad virtual: el Instituto para el Estudio Neurológico de la Emoción, Toma de Decisiones y la Creatividad. Y, sin embargo, no asusta hablar con él. Ayer clausuró en Valencia el I Congreso Internacional de Neurociencias de la Comunicación, organizado por McCann Worldgroup. Y demostró que no es uno de esos científicos engolados, raritos y cerrados. Habla con emoción. Aplica su propia teoría...
El cerebro de ellos y ellas
Llama la atención un científico cargando contra la civilización... No es el único 'recado' del profesor Damasio. Vecino de Los Ángeles, el lisboeta no se libra de la estresante vorágine del siglo XXI. Viaja expresamente de los Estados Unidos a España para el congreso. Avión hasta Barajas. Ruta hasta Valencia. Consultas en el iPad en el coche. Una mirada a su smartphone... Antonio Damasio alaba las ventajas de la tecnología, las redes sociales..., pero advierte del doble filo de un puntiagudo cuchillo. «La tecnología es una gran trampa. Yo antes vivía feliz con mi teléfono fijo. Y desde que he llegado aquí he consultado tres veces mi Blackberry. Y me odio por ello... Cualquier avance es una ventaja increíble. Y los niños que hoy tengan 10 años seguramente tendrán sus mentes listas para adaptarse al instante. Pero, hoy en día, este mundo, nuestra sociedad, causa sobrecarga cerebral».
Damasio fue el último en llegar al congreso. La guinda del encuentro. Fue recibido con reverente silencio. Admiración hacia el mayor 'cerebrito'. En esa misma sala se habían escuchado antes los misterios del neuromarketing, el último grito en captar al consumidor. Compramos con el corazón. El subconsciente decide en 2,5 segundos. Si lo hiciéramos con la cabeza, tardaríamos 14 horas en salir del supermercado, según datos de TNS. Y ahí muerde el neuromarketing. Otro mensaje en la misma sala en la que los científicos lamentaron su suerte... «Ser investigador en España es como ser torero en Londres. Si la faena es mala, te pitan. Si es buena, también, porque no te entienden», lamentó Francisco Rubia, catedrático de Medicina de la Complutense.
Lo que no quita para que el profesor Damasio se entregue en cuerpo y alma a lo suyo.
Antonio Damasio. Un maestro. En color o en blanco y negro.
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