La crisis arrasa en un año con los ahorros de los ayuntamientos
De 2008 a 2009, el remanente de tesorería para gastos generales pasó de 151 a 7 millones de euros y 165 consistorios cierran el ejercicio con déficit
HÉCTOR ESTEBAN hesteban@lasprovincias.es
Sábado, 8 de octubre 2011, 12:32
Las telarañas empiezan a poblar la caja fuerte de los ayuntamientos de la Comunitat Valenciana. El dinero para hacer frente a los gastos generales se ha volatilizado en un año. La crisis se ha llevado por delante los ahorros de los entes locales como refleja el informe de la Sindicatura de Comptes referido a la cuenta general de 2009. El déficit y el bolsillo vacío para los gastos del día a día marcan la hoja de ruta de los municipios desde hace años. El documento hecho público ayer por el tribunal de cuentas valenciano incide en el agravamiento de la situación de los pueblos de la Comunitat, a los que la crisis del ladrillo les ha dejado un horizonte en ocasiones desesperado.
En un año, el remanente de tesorería (lo que hay en la caja para gastar) ha pasado de los 151.236.915 euros de 2008 a 7.254.211 euros. La sangría económica se ha llevado por delante el 95% de los ahorros. Se han gastado los últimos cuartos que dejó la construcción en una hucha que en ocasiones fue más que boyante en las arcas municipales. Con estos datos, ahora se entiende que los ayuntamientos no estuvieran por la labor de devolverle al Estado el dinero que el Gobierno les dio y luego reclamó por una mala previsión en los ingresos. La labor de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, fue fundamental para plantarle cara a la vicepresidenta Elena Salgado para lograr un aplazamiento del pago de la deuda.
Los datos del informe de la Sindicatura de Comptes son demoledores. De los 507 municipios que rindieron sus cuentas, un total de 150 cerraron la caja de los gastos generales en rojo. Además, en un sólo año el endeudamiento por habitante creció un 15%. Si en 2008 cada ayuntamiento soportaba una media de 504 euros de deuda, en 2009 la cifra se elevó hasta los 580.
Ante la falta de ingresos, los entes locales tuvieron que recurrir a operaciones de deuda con bancos, tanto a largo como a corto plazo. Las primeras pasaeon en un año de poco más de 2.203 millones de euros a superar los 2.500 (subida del 13%) mientras que las del corto se dispararon un 32% pasando de 265 a casi 349 millones de euros. La mala situación económica ha provocado también que en 2009 los municipios incrementaran su necesidad de recibir financiación hasta los 194 millones de euros.
Uno de los datos más significativos fue el descenso de los ingresos de los ayuntamientos. Si en 2008 superaron los 5.000 millones de euros en su totalidad doce meses después se situaron por debajo de esta cifra. La caída fue de un 2%, lo que en términos globales se cuantificó en 100 millones de euros.
El impuesto que más cayó de un ejercicio a otro fue el que afecta a la construcción con un descenso del 55%. La mayoría de los ayuntamientos se nutrían de los euros que generaba el ladrillo. Si en 2008 ingresaron más de 31,3 millones la cuenta general de 2009 redujo la cantidad hasta los 14 millones de euros. En cambio, el de bienes inmuebles aumentó en un 10%. Incrementar el conocido catastro fue una de las vías que buscaron los ayuntamientos para engordar sus cuentas y hacer frente a la crisis.
Dificultad para ingresar
En uno de los cuadros del informe de la Sindicatura se refleja con claridad las dificultades de los entes locales para recaudar. A presupuestos cerrados, los municipios ejecutaron el 73% del programa de gastos. En cambio, el de ingresos sólo se había cumplido en un 35%, seis puntos menos que en 2008. La tabla demuestra que a los ayuntamientos les cuesta el doble ingresar un euro que pagarlo.
La falta de inyección económica provocó que los Consistorios dependieran todavía más de la financiación externa. En un año esa necesidad creció en 10 millones de euros. La presión fiscal por valenciano creció en cuatro euros de 2008 a 2009.
Los plazos para cobrar y pagar se dispararon también. El cobro normal pasó de 60 a 90 días y el simplificado de 136 a 160 días. Pero el caso de los pagos fuetodavía más elocuente: el normal se alejó a los 175 días y el simplificado a 310, algo que en 2009 ya ahogaba a los proveedores de los Consistorios.
De los 150 ayuntamientos de la Comunitat Valenciana que cerraron la cuenta general de 2009 con números en negativo en su remanente de tesorería para gastos generales el de Calp lideró la tabla con más de 22 millones de euros. El municipio de Alboraia sumó más de 20 millones de euros en negativo, la Vila-Joiosa fue el tercero con 18,9 millones de euros y Altea cerró con números negativos por valor de 15,8 millones de euros.
A partir de aquí, una clasificación en el que destacan municipios como Requena (-7,7 millones), Castellón (-6 millones), Alaquàs (-5 millones), Paterna (-4,9 millones), Moncada (-1,3 millones), Elche (-1 millón) hasta llegar a la pequeña localidad de Rótova, que sus ahorrillos para pagar el día a día quedaron al descubierto en 1.219 de euros. La Mancomunitat de la Vall d'Albaida fue de los entes comarcales el que cerró 2009 con un resultado negativo más alto. En concreto, 1,6 millones de euros.
Llama la atención el remanente de tesorería negativo del Hospital General, que depende de la Diputación de Valencia, que liquidó hace dos años con números en negativo de más de 61 millones de euros. Un dato que consolida el debate sobre qué servicios deberían gestionar la Generalitat y cuáles las instituciones provinciales.
En otro listado recogido en el informe, el Síndic de Comptes, Rafael Vicente Queralt, recoge la relación de los 165 ayuntamientos que reflejan un resultado ajustado negativo. Es decir, que cerraron en números rojos. El de Paterna fue el que cerró con el mayor déficit con 6,9 millones de euros; el de Burjassot, 5 millones de euros y luego siguen los de Elda y Requena con casi 3 millones de euros en negativo. El puesto 165 lo ocupa Aielo de Rugat con un 639 euros en números rojos. Entre las instituciones se encuentra el Hospital General con un descuadre presupuestario en 2009 que superó los 10 millones de euros.
Compartir servicios
La grave situación económica a nivel municipal ha llevado a los ayuntamientos a compartir servicios para ahorrar gastos. Cada vez son más las localidades que llegan a acuerdos para aliviar sus maltrechas arcas y repartir gastos en algo tan importante y caro, por ejemplo, como la Policía Local.
La presidenta de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, Elena Bastidas, ya aventuró hace años que habría ayuntamientos que entrarían en suspensión de pagos por la caída de los ingresos y la falta de financiación.
El informe refleja también que el gasto medio por habitante aumentó en 2009 un 14% y pasó de 1.010 a 1.148 euros. Por provincias, la de Castellón fue la que mantuvo el nivel más alto con 1.263 euros seguida de Valencia y Alicante, con 1.185 y 1.063 euros por habitante, respectivamente. Es cierto que la mayor presión fiscal se dio en Castellón (613 euros), mientras que en Alicante los ciudadanos pagan 539 y en Valencia, 525 euros.
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