La cocaína puede causar psicosis en consumidores poco habituados

¿Puede la cocaína alterar tanto la mente como para convertir a un normal padre de famlia en una bestia? Tristemente, sí. Quien lo afirma es Purificación Beltrán, Jefa de Psiquiatría del Instituto de Medicina Legal de Valencia, el departamento judicial que se encargará de analizar el estado mental del homicida. «El consumo de coca puede generar lo que se denomina psicósis tóxica y provocar alteraciones de la percepción de tipo paranoide, alucinaciones visuales y táctiles, comportamiento agresivo y con ello una ruptura psicótica de la realidad cotidiana del individuo».

Hay varios factores que inciden en esta peligrosa consecuencia. «No es lo mismo esnifada que fumada. La cocaína fumada pasa rapidamente de los pulmones a la sangre e invade el tejido cerebral. En un consumo habitual se acaba generando una tolerancia, con lo que los efectos pueden ser mucho más intensos en alguien no habituado». Hay que atender también a la pureza. «A mayor concentración, mayor es el riesgo de generar alteraciones psíquicas».

Otro elemento capaz de convertir la coca en «una bomba» es el alcohol, como apunta Beltrán. «El consumo simultáneo de alcohol y cocaína tiene mayores consecuencias que por separado, al genera cocaetileno, sustancia que provoca una gran pérdida de la capacidad de control de la conducta».

Lo primero que dijo el asesino fue: «Yo no he sido». Después pronunció: «Me acusan de matar a una abuela pero cuando he llegado estaba muerta». Beltrán encuadra estas conductas en «posibles cuadros de desrealizacicón, despersonalizacion o de tipo disociativo». A consecuencia de los efectos mentales, un sujeto puede desdoblarse.

En resumen, sus recuerdos, nociones y sentimientos quedan anulados por ese 'otro yo' asesino que aflora. «Si pasado el delirio resurge la personalidad habitual, el sujeto no percibe como suyos los actos que acaba de cometer».