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J. B.
Sábado, 5 de noviembre 2011, 01:08
Los últimos datos publicados por el Defensor del Profesor en la Comunitat, una herramienta implantada por el sindicato Anpe, permiten hacer una radiografía de las consecuencias que generan entre los docentes las situaciones de violencia en las aulas. Así, durante el curso 2009-2010 se atendió a 131 profesores agredidos, de los cuales, el 35% sufría cuadros de ansiedad, el 23,5% depresión y el 18% tuvo que recurrir a la baja laboral ante la imposibilidad de continuar impartiendo clase tras el incidente.
Entre los problemas que sufren los profesionales, según la estadística del colectivo de trabajadores, el más repetido es la falta de entendimiento con la dirección del centro en relación a estos casos (41%), si bien destaca el importante incremento de aquellos que están relacionados con la utilización de nuevas tecnologías para difundir grabaciones o fotografías de vejaciones (23% de las denuncias). Además, la mayoría de situaciones tenían como escenario clases de Educación Secundaria (65%).
En la presentación de los datos también se puso sobre la mesa una tendencia que ha tomado fuerza en los últimos años, como el aumento de casos en los que las familias fuerzan situaciones de violencia, e incluso las inventan, para sacar beneficio económico.
Ayer, fuentes de la delegación valenciana del sindicato señalaron que se sigue atendiendo a profesores afectados y que en un breve plazo de tiempo se presentarán los resultados del último curso. Eso sí, adelantaron que se mantiene la dinámica de utilizar móviles para grabar las situaciones conflictivas con el objetivo de difundirlas posteriormente a través de internet y redes sociales.
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