Al encuentro de la ciudad utópica

Waslala sólo existe en la imaginación de Gioconda Belli, una escritora nicaragüense que ingenió esta ciudad en la novela que escribió en 1996. Waslala no es un lugar cualquiera. Waslala es un lugar utópico, formado por una sociedad justa, solidaria, respetuosa y armónica con la naturaleza. Mayte Carrillero, una valenciana de 30 años, saldrá, como hizo Melisandra, la protagonista del libro, en busca de esta utopía. Mayte, junto a Javier Lafuente, han urdido 'Buscando Waslala', un proyecto que consumirá dos años de sus vidas en busca de personajes a quienes la educación cambió su destino.

La idea inicial era dar la vuelta al globo, pero al final han fraccionado la aventura en tres partes, de seis o siete meses cada una, en las que recorrerán diferentes zonas deprimidas de Asia, Sudamérica y África. Allí, por lugares recónditos, acarreando una mochila y poco más, irán en busca de esas gentes a quienes la posibilidad de estudiar les hizo diferentes.

La búsqueda de Waslala, que es lo mismo que perseguir una utopía, implica bajar el telón de sus vidas ordinarias. Javier, de 38 años, profesor de Informática, y Mayte, maestra de Educación Especial, abandonan sus trabajos durante un par de años. Atrás dejarán también a su familia, sus amigos, las comodidades, el trasiego urbanita que tan poco les gusta. En el bolsillo, a buen recaudo, llevarán los ahorros de dos años, pues poca ayuda más han encontrado. Es su sueño y a ellos corresponde costeárselo.

Su primer destino será la India, el primer paso de su aventura-proyecto, donde se adentrarán en las zonas rurales para «entrevistar a la población local y encontrar a gente que pudo estudiar para saber cómo influyó en sus vidas». Allí acudirán a contemplar la obra de Vicente Ferrer, un utópico que, quién sabe, halló Waslala. Desde allí cruzarán fronteras, patearán caminos y subirán montañas. El libro de ruta y la improvisación pelearán por el Norte de su particular brújula. Tailandia, Laos, Filipinas o Nepal caerán en su cámara fotográfica, en sus redacciones, en sus recuerdos.

La primavera les devolverá a Valencia, tiempo de reencuentro, de recopilación, de reorganización antes de emprender un nuevo viaje. La segunda fase del proyecto se encuentra al Oeste, entre América Central y Sudamérica. Cuba, Nicaragua, Argentina... Allí se fundirá el interés por su proyecto con antiguas apetencias, viajes siempre soñados, como alcanzar la Tierra del Fuego tras abrir en canal Argentina de Norte a Sur.

La tercera y última porción de su proyecto discurrirá por África, el inhóspito continente negro, donde aún no tienen demasiado claro por dónde campar. Senegal y Etiopía parten con ventaja. Aunque la literatura vuelve a condicionar sus pasos. 'Les vacances de Saïda', obra de la periodista valenciana Eva Peydró, también caló en Mayte Carrilero. La historia que la encandiló es el cuento de una niña saharaui que pasa el verano en Valencia en una familia de acogida. Así que el Sáhara también entrará en su ruta.

Durante estos tres segmentos exprimirán sus ahorros y la ayuda de la ONG Escoles Solidaries, la Universitat Politècnica de València y la Universitat de València. «Hemos hecho un cálculo y vamos a tener unos diez dólares al día para todos nuestros gastos», advierte Mayte antes de aclarar que pretenden permanecer entre 15 y 30 días en cada destino. «Si quieres conocer a la gente no puedes cambiar de sitio constantemente», señala Javier, que se rehabilita a marchas forzadas de una operación en un tobillo, el primer contratiempo de un viaje que aún no ha comenzado.

Al final de su enorme recorrido confían en haber recopilado material que sirva «para sensibilizar» y que estará a disposición de quien quiera en su web (www.buscando.waslala.org), donde también irán colgando, gota a gota, sus experiencias vitales durante todos estos meses, casi dos años de viaje, de interés por los más desfavorecidos. Ocho estaciones por delante para encontrar Waslala.