El falso cirujano de Castellón acepta la pena pero no ingresará en prisión

Con un acuerdo de conformidad entre las partes. Así se cerró ayer el caso del falso cirujano plástico de Castellón, quien se enfrentaba a cuatro años y medio de cárcel y al pago de 15.000 euros en concepto de indeminaciones por operar sin licencia y causar quemaduras con láser a algunos de sus clientes. En concreto, y según informaron ayer fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) a través de un comunicado, «el varón ha aceptado dos años de prisión por un delito de intrusismo en concurso con un delito de estafa». «Asimismo, se le condena a abonar 16.050 euros a las víctimas de su actividad ilícita y al pago de las costas procesales, incluidas las de la acusación particular», añaden.

La sentencia emitida por el magistrado responsable de la sala, y una vez anunciado que ninguna de las partes tiene intención de recurrir, se convirtió directamente en firme, lo que significa que la condena tiene que hacerse efectiva. En este trámite, la sección segunda de la Audiencia Provincial de Castellón ha establecido que el condenado deberá pagar antes de enero las costas del proceso y la parte de las indemnizaciones que aún no han sido abonadas.

Pero eso no es todo, y es que el tribunal ha aceptado suspender la ejecución de la pena de prisión durante tres años, lo que significa que si el procesado cumple con la obligación de pagar costas e indemnizaciones, no ingresará en prisión. De esta forma, únicamente iría a la cárcel para cumplir esta condena en el caso de que en esos tres años volviera a delinquir.

Cabe recordar que el del falso médico castellonense es uno de los casos que más revuelo ha producido en los últimos años en la provincia. El ya condenado, de 40 años y que responde a las iniciales de A.G.C., se dedicaba a realizar intervenciones de cirugía estética y tratamientos de adelgazamiento pese a carecer de titulación y licencia.

En total, fueron más de 15 vecinos y vecinas de Castellón los que decidieron acercarse a la consulta que este impostor tenía en la avenida Hermanos Bou, donde atendía a sus pacientes mostrando una titulación falsa. A raíz de esto, los pacientes sufrieron quemaduras con láser, cicatricesy manchas, así como dolores en las zonas afectadas por el tratamiento.

Por todo ello, desde la fiscalía se pedía para él cuatro años y medio de prisión, así como una indemnización para los afectados cifrada en 15.000 euros.

Sin embargo, al llegarse a un acuerdo entre las partes, la condena se ha visto reducida a la mitad -24 meses de cárcel- y al pago de 16.050 euros a las víctimas del falso médico.