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Economía

Empresarios valencianos exigen que se respete el pacto de fusión en Bankia

Fitch advierte de que la entidad se encuentra al borde de la quiebra y reduce su solvencia

X. MORET

Sábado, 12 de noviembre 2011, 22:08

La consecuencia inmediata del desfase financiero en el Banco de Valencia será la más que probable salida de José Luis Olivas de su cargo como vicepresidente de Bankia, lo que dejará vacante el control sobre las sociedades participadas. Se trata de una posición de primer nivel en el organigrama de la entidad, ya que implica la presencia en el consejo de administración de compañías como Mapfre o Iberdrola. A falta de que se concrete el momento para su salida y quién será su sucesor, perder esa posición de privilegio reduciría a la mínima expresión la ya de por sí debilitada influencia valenciana en la entidad que preside Rodrigo Rato. Por ese motivo, algunos de los referentes empresariales de la Comunitat consideran que, frente al poder omnímodo del presidente de Caja Madrid, ha llegado el momento de reivindicar el peso que, a su juicio, le corresponde a Bancaja.

En este sentido, el presidente de la Confederación de Organizaciones Empresariales de la Comunitat (Cierval), José Vicente González, opina que sería deseable un reparto más equilibrado de los puestos de responsabilidad de la entidad. Tras la última remodelación del organigrama del banco, sólo una de las cinco direcciones generales tiene al frente a alguien procedente de Bancaja.

Para González, la «deriva» que ha tomado la entidad no se corresponde con el equilibrio de fuerzas pactado en el momento de la integración. «Nos dijeron que se trataba de una unión, pero está sucediendo lo que nos temíamos, ya que se parece más a una absorción pura», considera el también presidente de la patronal CEV. A su juicio, el banco que preside Rato debe ser sensible hacia el empresariado valenciano.

Por su parte, el presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda, también es partidario de que la entidad valenciana, que en el momento de la fusión aportó el 32,87% de los activos totales del grupo, adquiera mayor peso relativo en Bankia. A su juicio, el poder político valenciano debería implicarse en reivindicar que la influencia de Bancaja en Bankia sea proporcional a la parte de la tarta comercial que aportó a la entidad. «Tiene que tener su peso en la dirección de Bankia», manifiesta.

El líder de la patronal de las pymes, Salvador Navarro, considera que lo sucedido en Bankia es un mal menor. El empresario constata que Bancaja ha perdido posiciones dentro del grupo. Sin embargo, cree que, en las circunstancias actuales, es mejor formar parte de un gran grupo financiero que estar, como en el caso de la CAM, pendiente de ser subastada por una estrategia equivocada de fusiones. «Es preferible liderar poco a no liderar nada», resume.

Una opinión similar tiene el presidente de la Cámara de Valencia, José Vicente Morata, para quien dentro de Bankia sigue habiendo una «importante» presencia valenciana que hay que luchar por mantener. Sobre la situación del Banco de Valencia, Morata manifiesta que, con independencia de su futuro, la entidad debe apostar por las empresas valencianas.

Amenaza a BFA

Por otro lado, la agencia de calificación crediticia Fitch puso la puntilla a la aciaga semana del Banco de Valencia con una rebaja de su viabilidad de 'bb-' a 'b', un nivel identificado como de calidad pobre. El deterioro de su viabilidad se suma a la rebaja de la calificación que ya hizo Fitch de la deuda de la entidad, que se encuentra al nivel de bono basura.

La perspectiva negativa sobre la viabilidad del banco refleja la incertidumbre sobre cuáles serán finalmente sus necesidades de recapitalización o saneamiento, sin descartar que, en función de cómo se resuelva ese proceso, su calificación pueda ser recortada hasta la nota de 'f', que equivale a quiebra. «La ya débil rentabilidad y baja base de capital podría verse muy afectada ante las mayores provisiones para afrontar la exposición al sector inmobiliario», argumenta Fitch.

El agujero en el Banco de Valencia también amenaza la calificación del Banco Financiero y de Ahorro (BFA). Fitch ha dejado bajo vigilancia con perspectiva negativa.

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