24 horas de depresión en el PSPV

¿La participación de José Luis Rodríguez Zapatero en un mitin el jueves por la noche en Alicante habrá mejorado las expectativas de los socialistas en esa circunscripción? ¿Y la de José Blanco anoche en Castellón? El PSPV ha tenido la 'suerte' de contar con 24 horas de diferencia con dos de los referentes nacional del partido que atraviesan un momento político más delicado. Una circunstancia que, a los ojos de muchos de sus más destacados cuadros, no ayudará lo más mínimo a llegar a la cita del 20-N en las mejores condiciones posibles.

En el transcurso de esas 24 horas, el desánimo se ha hecho fuerte en las filas del PSPV. No tanto porque haya aparecido alguna nueva encuesta que empeore las ya escasas expectativas de Blanquerías -de hecho, en la cuarta planta de la sede socialista se mantiene la convicción de que 'sólo' se perderán dos escaños respecto a los resultados de 200 (un escaño menos en Valencia y otro en Alicante)-. Sino porque la Comunitat ha acogido sendos actos políticos protagonizados por José Luis Rodríguez Zapatero y José Blanco.

El primero, el jueves por la noche en Alicante, recibió un homenaje de los socialistas alicantinos convocado por la cabeza de lista por esa circunscripción, la ministra de sanidad Leire Pajín. Un acto de reconocimiento para quien se despide de esta forma de la Comunitat -al menos como presidente del Gobierno-. Un mitin en el que Zapatero reivindicó su apuesta por las políticas sociales, y en el que siempre mantuvo un tono bajo, «como abatido» -en palabras de un alto dirigente socialista que siguió su intervención-. «Hasta el vídeo que se proyectó (con referencias a la gestión del todavía líder socialista) destilaba tristeza por todas partes», señala esta fuente.

Perder votos

La huella que dejó el líder socialista en el acto celebrado en IFA fue la de quién está «de vuelta de todo». «Es más fácil que provoque una mayor pérdida de votos en Alicante que otra cosa», admitió ayer un cargo de ese partido, convencido de que el presidente se ha convertido en un 'activo tóxico' para su partido.

Si Zapatero dejó cierto tono de melancolía entre los socialistas valencianos, la visita de José Blanco anoche a Castellón tampoco se produjo en su mejor momento político, precisamente. El vicesecretario general del PSOE se encuentra en sus horas más bajas, con la investigación del 'caso Campeón' ya en el Tribunal Supremo, pendiente de que la fiscalía haga suyo o no el criterio de la juez de Lugo que ha remitido la investigación sobre si el ministro de Fomento, José Blanco, ha incurrido en la comisión de delitos de cohecho y tráfico de influencias en su relación con el empresario Jorge Dorribo por el supuesto cobro de comisiones ilegales. El dirigente socialista, que viene manteniendo un marcado perfil bajo en esta campaña electoral, se ve obligado así a mantener una actitud a la defensiva, desconocida para quien ha sido en muchas ocasiones el látigo acusador del PSOE contra los cargos del PP salpicados por la corrupción. «Nos ha venido deprimido», admiten en Blanquerías, donde se reconoce que el también ministro de Fomento -con quien Alarte mantiene buena relación- ya no puede hacer de las denuncias de corrupción el eje de sus intervenciones públicas, «porque eso supone tanto como poner el foco encima de su propia cabeza».

La presencia de dirigentes nacionales en horas bajas terminó con la de Blanco anoche. El PSPV espera para el próximo martes al presidente del Congreso, José Bono, uno de los barones socialistas con los que el secretario general de los socialistas valencianos, Jorge Alarte, mantiene una relación más estrecha. El exministro participará en un mitin por la tarde en Mislata, junto al propio Alarte, la cabeza de lista por Valencia Inmaculada Rodríguez-Piñero, y el alcalde de la licalidad, Carlos Fernández Bielsa.