Dormir en un palacete a precio de mochila

En tiempo de crisis los emprendedores pueden encontrar grandes oportunidades de negocios y eso es precisamente lo que han visto Juan de Andrés y Teresa Gandia en el palacete del barrio del Carmen que albergaba la Casa Insa. Este edificio, asentado sobre una construcción del siglo XVI y con fachada del XVIII, se convertirá en breve en un hostal para jóvenes o lo que es lo mismo, en un albergue juvenil para mochileros. «Será algo inédito para los turistas nacionales y extranjeros, porque podrán dormir en un auténtico palacete del barrio del Carmen a precio de mochila», detalla Teresa Gandia. Los vecinos han aplaudido la iniciativa, porque es una manera de atraer gente al barrio de una forma alternativa al ocio nocturno.

Las obras comenzarán en breve, posiblemente este mes, «nada más nos llegue la licencia actuaremos. Es un edificio con nivel de protección 1, pero ya tenemos el visto bueno inicial de Patrimonio y Turismo. Siendo optimistas, nos gustaría que estuviera todo terminado en dos meses», indica Teresa Gandia.

Aunque falta perfilar el listado de precios, «pensamos que podría oscilar entre los 11 y 15 euros la noche en días normales y temporada baja. Y en fechas clave como Fallas, campañas especiales o eventos como el Gran Premio de Cheste, entre 25 y 35 euros».

En un principio actuarán en una primera fase en la planta baja, entresuelo y planta noble y el negocio se ampliará a una segunda planta más adelante. Se trata de una iniciativa cien por cien valenciana, «no formará parte de una cadena de hostels, sino que es un negocio valenciano y en un edificio con mucha personalidad». Teresa narra con entusiasmo que la tradición cuenta «que en este palacete, que está en la calle Baja 48, tenía su casa-taller el pintor Joan de Joanes. Pero, luego ha funcionado con mucho éxito la Casa Insa, que abastecía de ropaje a las fiestas tradicionales valencianas y vestía a muchas falleras mayores. Todo el mundo conoce a doña Carmen Ferrés, que continuó el negocio de un ancestro suyo, Miguel Insa».

De moda

Si una cosa es indudable es que los alojamientos para mochileros se han puesto de moda. En la ciudad en estos últimos años han surgido varios en la plaza Tetuán, la Paz, calle de la Lonja y hasta junto a la iglesia del Carmen. «Nosotros vimos que los turistas que están visitando Valencia o se hospedan en hoteles de lujo o son clientes jóvenes que vienen en grupo y buscan alojarse juntos y que no les resulte caro. Por eso hemos visto la oportunidad», indican. Teresa añade que cuando era joven, «a los 16 años, tenía que hacer una obra de teatro en el colegio de Nuestra S. del Carmen y San Vicente de Paul y vine aquí a por el disfraz. Aquella vez el edificio me impresionó y mira por dónde, ahora lo alquilamos para abrir este establecimiento».

Sobre la distribución de espacios, indican que en un sótano, «donde estaba la antigua cuadra, será la sala técnica de maquinaria. Recuperaremos el suelo de rodeno del patio y la zona de carruajes será la cafetería. En el entresuelo habrá habitaciones y baños y en la planta noble, la zona de descanso, la cocina, habitaciones, baños y lavandería. En una primera fase habilitaremos seis habitaciones, la más grande de 77 metros cuadrados».

También indican que el respeto a los elementos arquitectónicos, como arcos, suelos y maderas será máximo. «En la primera planta hay una capillita y la arreglaremos. Todavía no sabemos qué imagen pondremos. Queremos recuperar hasta unos arcones que han quedado de la Casa Insa como mesitas y algunos escudos o disfraces que han quedado decorarán el espacio».

A este respeto arquitectónico, se suma la apuesta por el medio ambiente, «porque pondremos placas solares para alimentar la corriente eléctrica y trataremos de aprovechar al máximo el agua». Como anécdota, cabe destacar que han desmontado todos los estantes que había antes en la ropería «y hemos sacado 22 toneladas de madera».