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ENEAS G. FERRI eneas.ferri@gmail.com
Martes, 22 de noviembre 2011, 01:32
Solo escuchar el tono de voz ya obliga a mantener silencio. Pausado, sereno y pensando cada palabra, Francisco Jarauta es de los que saben lo que dicen y, además, lo aparenta. Catedrático de Filosofía en la Universidad de Murcia y profesor invitado en varias universidades europeas y americanas, es uno de los mayores intelectuales de la vanguardia artística en Europa. Comisario, actualmente, de la exposición 'Travesías', que muestra en la Lonja del Pescado los mejores autores de las últimas dos ediciones de las Becas CAM de Artes Plásticas, dialogó ayer junto a José Piqueras, Juan Bautista Peiró, Javier Pividal y Aurelio Ayela, sobre los artistas becados por la entidad bancaria y la complejidad de la actualidad artística.
-Viene a Alicante para realizar una mesa redonda sobre arte. ¿Qué temas tratarán?
-El motivo de la mesa redonda es la exposición actual de la Lonja. Recoge los trabajos de los becarios de artes plásticas de la CAM de las últimas dos convocatorias. Hace años que la CAM desarrolla este programa y esta exposición recoge la pluralidad de los becarios. Además, coincide con una muestra representativa de la colección CAM de arte contemporáneo. El objeto de la mesa son los problemas, las propuestas, las ideas del arte contemporáneo, interpretadas desde las perspectivas de estos becarios.
-¿Cuál es su opinión sobre la exposición?
- Soy comisario junto a José Piqueras. El ha seguido de cerca a los artistas y mi trabajo ha sido más bien al final. Es una exposición plural. Hay muchos, lenguajes, estilos y modelos de trabajo. Esta complejidad es representativa de la compleja situación del arte contemporáneo, en sus diferentes derivas y propuestas. No solo aborda un eje de referencia, sino muchos territorios diferentes y vías diferenciadas.
-¿Hasta qué punto son importantes este tipo de becas?
-Siempre he defendido, no solo la oportunidad, sino la necesidad de estas ayudas por parte de instituciones de todos los tipos, no solo bancarias. Es necesario realizar programas aplicados a la formación de artistas jóvenes, sean de un conservatorio o una escuela de bellas artes. Hay que apostar por la formación y el intercambio entre países de experiencias de becarios en los distintos lenguajes y técnicas que han elegido. La CAM es ejemplar por mantener sus becas, con seis convocatorias realizadas y, con la inversión en la colección de arte contemporáneo que alberga.
-¿Cómo observa los recortes que está sufriendo el arte?
-Frecuento distintas instituciones como el Museo Reina Sofía o distintos museos como los de Barcelona, Sevilla o Berlín. En todos los casos el panorama es dramático. Las instituciones van a afrontar este momento con políticas rigurosas que impedirán muchos programas. Para los museos será más difícil obtener proyectos de exposiciones, porque no serán cómodos los precios. La reducción será brutal, tenemos que hacernos a la idea y trabajar para pasar por esta travesía en el desierto con estrategias que nos permitan dialogar de forma básica con los problemas del arte.
-Usted es experto en vanguardia artística. ¿Existe actualmente?
-Si nos atenemos al concepto riguroso, debemos aplicarlo a los movimientos de principios de siglo. Sobre los años 30 se crearon vanguardias en la cultura donde era posible imaginar el futuro, imaginar un sueño utópico y hacerlo realidad. Las vanguardias realizaron sobre esa postura. Tras la Segunda Guerra Mundial, el fenómeno artístico perdió la tensión utópica que tuvieron las grandes vanguardias. Hoy no se puede hablar técnicamente de vanguardias artísticas sino de movimientos artísticos, de tendencias artísticas, y cada una de ellas dibuja sus lenguajes y territorios. Este mapa es tremendamente complejo. Es fugitivo, es movible, se traslada. En un mundo cosmopolita, se mueven como se mueven las nubes. Está situado en las esferas de la sociedad de la información y contamina todos los lenguajes.
-En términos sociológicos, ¿es usted apocalíptico o integrado ante esa contaminación?
-Ni una cosa ni otra. Yo optaría por una tercera vía. No hay espacio para la defensa del canon que defendieron los integrados ni para lo que dijeron los apocalípticos, que todo se parecerá a un castillo de Barba Azul. A mí me gustan las intemperies, me gusta el espacio complejo donde el mestizaje y el nomadismo es la página de ruta. Hoy se está con los ojos abiertos para integrar todo aquello que acontece. En aspectos éticos, me reconocería más bien, como dijo Jorge Santayana, en un 'pesimismo radical con un optimismo construible'. Cuando hablamos de Europa, por ejemplo, se desmonta el sueño y el programa europeo. Pero debemos ser generosos, debemos construir un horizonte que nos permita pensar que se puede recorrer este desierto con las ideas bajo el brazo y la amistad en el corazón. Y construyendo también la sociedad desde el reconocimiento del resto de mundo.
-Ha hablado del sueño europeo. ¿Dónde situaría a España dentro del panorama artístico europeo?
-España ha mantenido durante los últimos años una dinámica de generación de dinámicas artísticas de excepcional importancia. Es el país europeo que ha invertido más en crear y construir instituciones de arte contemporáneo. Viajas por nuestra geografía y casi todas las ciudades tienen su museo de arte moderno o contemporáneo. En estos años hemos sido más generosos con Europa que ella lo ha sido con nosotros. En los ochenta, el teorema de que el arte y la modernidad iban de la mano llevó a las peregrinaciones a ARCO -Feria de Arte Contemporáneo de Madrid- que son ya una leyenda. Pero aquella fascinación y entusiasmo fue poco a poco reduciéndose en el tiempo. España ha expuesto todo el arte contemporáneo. Sino todo, casi todo, y los costes han ido a nuestro debe. Solo se conocen a algunos como Juan Muñoz, Barceló, Tàpies, Antonio Saura o Chillida si exceptuamos a los grandes maestros del Siglo XX, como Miró, Dalí o Picasso, entre otros. En los siguientes años la presencia ha sido casi nula. Es una deficiencia de las instituciones artísticas lo que ha provocado que estemos apartados o marginados, actualmente, respecto a Europa.
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