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P. M. MACIÁ
Lunes, 28 de noviembre 2011, 01:02
ORIHUELA. Continúan las diligencias previas del proceso que instruye el Juzgado número 4 de Cieza (Murcia) por la comisión de un posible delito medioambiental por parte de la mercantil Proambiente, propiedad de Ángel Fenoll y gestora del vertedero de Abanilla. Hace unos días que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil remitió al juzgado un informe pericial elaborado por el Departamento de Química del Laboratorio Central de Criminalística de la Jefatura de la Policía Judicial de Madrid, en el que se analizaron 14 muestras de basura recogidas por los agentes en las instalaciones de la mercantil entre los días 12 y 17 del pasado mes de mayo en distintos puntos de la Finca La Serratilla, ubicada en el Paraje del Agudo del término de Abanilla (Murcia). Tras el análisis de las pruebas, concluyeron que el lixiviado generado por estos residuos «generará episodios de contaminación, tanto en el suelo donde se encuentran enterrados como en las posibles aguas subterráneas o superficiales que estén situadas en las proximidades».
El documento destaca los problemas medioambientales que puede producir la acumulación de este tipo de residuos, siendo los más comunes la generación y expulsión de gases que puede dar origen a fuertes olores, ambientes contaminados y atmósferas explosivas; la descomposición orgánica de origen bacteriano, que conlleva la aparición de roedores e insectos que pueden ser transmisores de infecciones; y la salida incontrolada de lixiviados que puede originar la contaminación del suelo o del agua, tanto subterránea como superficial.
En este último punto es donde se detiene el informe, que destaca que «dado que las evidencias se encontraban enterradas, el principal problema medioambiental que pueden generar se encuentra en la generación de lixiviados», dándose el caso de que los líquidos que emanaban de las muestras que llegaron al laboratorio presentaban «una elevada concentración de sales y un alto índice de biodegrabilidad».
Así, se añade que los lixiviados que se generan en los depósitos de residuos sólidos urbanos deben recogerse y ser tratados de manera que cumplan la norma adecuada para su vertido, de forma que se evite. Si esto no es así, los lixiviados producirán la contaminación del suelo y de las aguas subterráneas o superficiales si estas se encuentran en las proximidades. Dado que la basura analizada estaba enterrada, prevén que el lixiviado «generará episodios de contaminación» tanto en el suelo como en las aguas del subsuelo que estén próximas.
Con este nuevo informe sigue adelante el periodo de instrucción del caso, un proceso paralelo al administrativo que inició en el mes de octubre la Consejería de Presidencia de la Región de Murcia, que decretó el cierre de las instalaciones de la mercantil en Abanilla por presuntas irregularidades en algunos de sus vasos. Sobre uno de ellos, el número 5, también presentó sus alegaciones el Ayuntamiento de Orihuela al considerar que tanto su ampliación como la de otras instalaciones de la planta de Proambiente, están en término oriolano.
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