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El déficit de financiación de la administración pública sitúa a Patim al borde de la desaparición
Castellón

El déficit de financiación de la administración pública sitúa a Patim al borde de la desaparición

La entidad, que trata a adictos a las drogas y a personas en riesgo de exclusión social, no tiene asegurado el presupuesto para 2012

V. GIL

Jueves, 22 de diciembre 2011, 01:45

La ONG Patim podría cerrar sus puertas en breve si no se resuelve sus problemas de financiación, que han llevado a la entidad a recortar tanto su plantilla de trabajadores como los servicios que ofrece. Así lo manifiestan fuentes procedentes de la institución ubicada en la capital de la Plana, que atribuyen esta situación a la disminución de las cantidades aportadas por los administraciones públicas a lo largo de los últimos años, que ponen en peligro su continuidad.

Representantes de la entidad aprovecharon ayer el acto de presentación de la memoria que han publicado con motivo de sus 25 años de trayectoria tratando las adicciones y la exclusión social para dar a conocer que la financiación para el año que viene «no está asegurada todavía», por lo que la futura existencia de la institución se encuentra en entredicho.

Así lo explicaron durante su comparecencia la coordinadora de programas de Patim, Inmaculada Galmés, y la coordinadora terapéutica Felisa Salvador, en un acto en el que participó también el presidente de la institución, Francisco López Segarra, así como trabajadores, voluntarios y numerosas personas vinculadas a la entidad.

Los representantes de Patim explicaron que la ONG está financiada en un 80 por ciento por administraciones públicas, y durante los últimos años su presupuesto ha ido disminuyendo desde los 1,4 millones que recibieron en 2008, al millón que recibieron en 2010 y a los algo más de 800.000 euros con los que se cerrará 2011.

El presidente de la entidad destacó el «gran esfuerzo» que hacen tanto los directivos como los trabajadores de la entidad, ya que ésta ha pasado de contar con 44 empleados a los 22 que conforman su plantilla en la actualidad, pese a lo cual se sigue realizando «la misma labor, sin recortar programas, por lo que aumentamos esfuerzos para llegar a lo comprometido».

Los representantes de Patim detallaron en cifras el trabajo de la institución a lo largo de sus 25 años de existencia, un periodo en el que han atendido a un total de 64.523 personas en su sede de la capital de la Plana. La entidad inició su andadura en 1985 y desde entonces sus profesionales trabajan para ayudar a los castellonenses adictos a sustancias estupefacientes o que viven al margen de la sociedad.

Francisco López afirmó que en los próximos años, y a pesar de las dificultades económicas, la organización tratará de seguir luchando para que «las coberturas sociales alcancen a los que en un tiempo pasado tuvieron esos derechos».El presidente de la institución benéfica se felicitó por la acertada gestión de los recursos que se ha hecho desde Patim, que «siempre ha sido financiadora de los programas que hemos recibido de la administración»; es decir, que «hemos hecho posible el servicio en el momento que se necesitaba», aunque se haya cobrado posteriormente.

Los representantes de la institución detallaron que, junto con el empleo, la prevención es otro de sus ámbitos prioritarios, puesto que trabajan «para reducir o evitar el uso y abuso de las drogas y los problemas asociados». Así, se ha prestado asesoramiento y tratamiento a un total de 6.530 pacientes afectados por las adicciones desde la inauguración de la institución, a los que hay que sumar otros 4.000 atendidos en su centro de día.

Cocaína, la más peligrosa

Los especialistas en el tratamiento de las adicciones explicaron que la droga que más peticiones de ayuda origina debido a su consumo es la cocaína -cuyo consumidor tiene en la actualidad «una edad más avanzada»-, seguida de la combinación cocaína-heroína, el alcohol y las drogas de síntesis.

En cuanto al perfil más usual de paciente en la comunidad terapéutica de Patim, que atiende a una media de 73 personas al año, corresponde al de un hombre de 36 años que empezó a consumir cocaína entre los 15 y los 19 años y que actualmente está desempleado.

En cuanto a las adicciones no tóxicas, desde la institución benéfica alertan de que se ha registrado un aumento importante de casos desde 2009. «Normalmente solicitan ayuda hombres mayores de 45 años, desempleados y adictos a las máquinas tragaperras», relataron los miembros de Patim durante la presentación de la memoria.

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