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HÉCTOR ESTEBAN ,
Domingo, 25 de diciembre 2011, 14:51
La situación económica de la Generalitat es «crítica». Así resumió el Síndic de Comptes, Rafael Vicente Queralt, el informe de fiscalización de las cuentas públicas de la administración valenciana del ejercicio 2010 que ayer presentó en Les Corts Valencianes. Miles y miles de folios compactados en un lápiz de memoria que demuestran que el Gobierno valenciano ejecuta cirugía financiera para sobrevivir día a día. A pesar de la gravedad de la situación, Rafael Vicente apuntó que la Comunitat «no es la Grecia española y no va a ser rescatada», a pesar del interés alarmista de los grupos de la oposición, y apuntó que una de las vías de mejora para el paciente sería un cambio en el modelo de financiación del Estado a las autonomías que saque a los valencianos del segundo lugar por la cola respecto a la media nacional.
Un vistazo rápido al informe de la cuenta general de la Generalitat ofrece una primera impresión de lo mal que están las cosas. Bucear entre los folios arroja un futuro mucho más que preocupante. Dos detalles: los fondos propios y el fondo de maniobra. Los primeros representan la diferencia entre el patrimonio total y las deudas. Miden la solidez financiera para ver si una empresa o una institución tiene suficientes activos para hacer frente a las deudas que contraen. La Generalitat, por primera vez, presenta unos fondos propios negativos: concretamente, 1.913 millones de euros (la caída es del 339,1% respecto a 2009). Una situación delicada ya que al cierre del ejercicio de 2010, la administración valenciana no tenía ni el patrimonio ni los bienes suficientes para hacer frente a todo lo que debía. Una situación que nunca se había dado en la gestión del Gobierno valenciano y que a una empresa la llevaría a la quiebra.
El ejercicio pasado se cerró con una cuenta de resultados negativa de 2.713 millones de euros, mientras que el acumulado de 2002 a 2009 fue de 2.066 millones de euros. El patrimonio, en cambio, sumó 2.867 millones de euros. De la resta de estos números se desprenden los 1.913 millones de fondos propios negativos.
El otro detalle relevante es el del fondo de maniobra. Un dato que se puede catalogar como el semáforo de la liquidez para una empresa. Es la diferencia entre el activo circulante (las existencias) y los acreedores a corto plazo (lo que hay que pagar de manera más inmediata). La realidad es desoladora: la diferencia negativa es de 8.801 millones de euros, una cifra que la Sindicatura, de forma muy sutil, afirma que ocasiona «las consiguientes tensiones de tesorería».
Los ingresos caen un 10,6%
El Síndic de Comptes, Rafael Vicente Queralt, señaló después de entregarle el informe al presidente de Les Corts, Juan Cotino, que no iba a descubrir nada «al confirmar la situación crítica existente» y que se refleja en el informe de la Sindicatura. La crisis económica se ha llevado por delante casi todo. Los ingresos de la Generalitat han caído un 10,6%. Además, no llegan los 635,7 millones de euros del fondo de suficiencia que tiene que ingresar el Estado, que al mismo tiempo le reclama a la Generalitat 1.707,2 millones de euros por la mala previsión de ingresos de un Gobierno central que ya había repartido dinero entre las autonomías.
Uno de los detalles más llamativos en el informe de este año es el gasto comprometido a ejercicios futuros. Es decir, lo que se comprado y se pagará en ejercicios futuros. En 2009 superaban los 35.126 millones de euros. Un año después, la cifra es de 28.251 millones euros (hay que sumar a los 26.109 del informe 2.042 no contabilizados). El descenso del 18% tiene truco al haberse utilizado otro criterio para contabilizarlo. Ante se utilizaban los programas financieros y ahora se hace de acuerdo a las operaciones vivas a 31 de diciembre de 2010. La mayor cantidad aplazada es al servicio de la deuda: 14.179 millones de euros.
Uno de los datos más curiosos es que existen 757,9 millones de euros pendientes de cobro al cierre del ejercicio de 2010 del periodo 1990 a 2005. A esta cantidad hay que sumar 235,8 millones de euros más del periodo 2006 a 2009. El Síndic señala que los 388,4 millones como provisión de insolvencias no son suficientes y se deberían ampliar. Además, el endeudamiento financiero suma 12.577 millones de euros.
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