Un quiosco de prensa reparte el mayor premio del sorteo en Elche

Por primera vez, el sorteo de lotería de El Niño se acordó de Elche en lo que a los premios mayores respecta. Un décimo del segundo premio, el 92225, fue vendido en un quiosco de prensa y loterías del barrio de San Antón, repartiendo 100.000 euros. La dueña de este establecimiento, Trini Ferri, lleva desde 2005 en la calle Pintor Sixto Marco pero que desde la década de los 70 reparte suerte en este barrio ilicitano.

La propietaria del Quiosco Ferri aseguró desconocer quién puede ser el afortunado, ya que no acudió en el punto de venta ni tampoco llamó al establecimiento para anunciar el regalo de Reyes a la vendedora. «A lo mejor, ni él mismo lo sabe aún», señaló la propietaria del quiosco, pues «he vendido décimos tanto a gente de la zona como a otros que estaban de paso y se llevaron alguno».

Trini Ferri afirmó que se siente «muy feliz, estoy al mismo tiempo nerviosa y alegre» de haber dado este premio, que se une a otros anteriores que ha repartido en las quinielas, la Primitiva (en el local antiguo donde tenía su quiosco) y otros sorteos. El quiosco también vende prensa y revistas, entre otros artículos, y pocos curiosos se acercaron al local hasta que Santiago del Pozo, delegado comercial de Loterías y Apuestas del Estado (LAE) en Elche, colocó el cartel honorífico de que el establecimiento había repartido el número del segundo premio de El Niño. «Está siendo un día normal, cuando los clientes entran y ven el cartel entonces sí que preguntan si ha caído aquí el premio», afirmó Ferri. Además, indicó que la venta de décimos en estas Navidades ha sido «normal, ni mucho ni poco».

El boleto premiado del número 92225 se vendió a través de un expendedor automático, ya que al tratarse de un punto receptor mixto (no está catalogado como administración de lotería), no dispone de décimos físicos y todas las apuestas de Loterías del Estado se expenden a través de un terminal. Esto se hace así debido a temas de seguridad, como explicó Del Pozo.

Estas terminales eligen números al azar de todos aquellos décimos que no están físicamente en ninguna administración del país. «Por eso un premio que ha otorgado una máquina expendedora es consecuencia del azar y de ahí que el 92225 haya estado tan repartido», añadió.