Diputación reduce a la mitad la ayuda al Alzheimer

La Asociación de Familiares y Enfermos de Alzheimer sufrió ayer un nuevo revés tras conocer que la Diputación recortará la subvención que tradicionalmente otorgaba a este colectivo y que este año pasará de 40.000 a 20.000 euros, tal y como confirmó ayer el presidente de la misma, Emilio Marmaneu. Quien dio la noticia fue el propio Marmaneu tras reunirse con la vicepresidenta de la Diputación y responsable del área de Bienestar Social, Esther Pallardó.

Una nueva losa que agrava la precaria situación de la Asociación, que ya se ha visto obligada a realizar recortes en horarios, servicios e, incluso, personal después de tres meses a la espera de cobrar parte de la deuda de la Generalitat Valenciana, situación que no se produjo hasta el pasado 2 de enero.

Sin embargo, para ese momento «ya habíamos perdido algunos trabajadores. La gente tiene familia, tiene que pagar la hipoteca y tiene que comer, como no podíamos pagarles tuvieron que irse», explicó Marmaneu que insistía en que «no tenemos más remedio que tratar de adaptarnos a la situación, aunque sea recortando servicios, nuestro objetivo ahora es salvar la asociación con lo que tengamos».

De momento, han recibido un primer pago del Consell, 200.000 euros que han servido para pagar los sueldos que adeudaban a sus trabajadores durante los últimos tres meses y que les ayudarán a mantener su labor durante «unos dos meses más» aunque «en abril veremos qué pasa».

Y es que a los recortes de la Diputación, que tampoco ayudan, se suma los otros 200.000 euros que todavía les debe la Generalitat del año pasado y que Marmaneu volverá a pedir la semana que viene al conseller de Bienestar Social, Jorge Cabré, en una reunión en la que también deberán esclarecer la dotación de este año, un punto que el presidente de la asociación de Alzheimer no tiene nada claro. «Veremos qué rebajas vienen ahora, en principio, nos prometieron la misma cantidad que en 2011 pero hasta que no lo vea en los presupuestos no lo voy a dar por confirmado», alegó.

A esa deuda, de todos modos, se suma también la de los ayuntamientos, alrededor de 80.000 euros que hacen mella en la labor diaria de la asociación porque «podemos asumir deudas de algún municipio de 1.000 o 4.000 euros, pero con 400.000 euros entre todas las instituciones nos vemos ahogados», ya que estas subvenciones representan el 40 por ciento de la financiación de la asociación que cuenta con diez centros de día en Castellón y que se ha visto obligada a paralizar los proyectos de otros 24.

De hecho, la esperanza de Marmaneu es que el Gobierno central cumpla y en febrero ingrese los 200.000 euros de la primera parte de la subvención que le da cada año a la asociación. «El dinero está, sólo falta que lo ingresen a tiempo».