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E. M. L.
Viernes, 27 de enero 2012, 02:06
Las instalaciones del AVE integrarán uno de los dos tinglados históricos de Renfe, pero Adif derribará el otro para no tener que modificar el proyecto y retrasar la llegada de la alta velocidad al municipio. Este es el acuerdo «definitivo» al que han llegado la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, el director de la línea de Alta Velocidad Madrid-Levante, Santiago Cobo, y el director general de Avant, Javier Martínez Barco, en la reunión que los tres mantuvieron ayer en el Consistorio alicantino.
Tras analizar las diversas soluciones posibles, los tres implicados alcanzaron el acuerdo de integrar parcialmente en las nuevas instalaciones el tinglado que menos modificaciones ha sufrido respecto a su aspecto original, el más antiguo de los dos existentes, recuperando aquellos elementos que, «siendo incompatibles con la propuesta, puedan, por su valor, ser reutilizados en la construcción del nuevo acceso de la alta velocidad», explicaron desde Avant tras la reunión.
Sin embargo, el tinglado más próximo a la calle Bono Guarner, «de construcción más reciente y alterado por diversas reformas realizadas, será demolido». No obstante, existe el compromiso de valorar aquellos elementos constructivos que puedan servir para la futura rehabilitación de la edificación que se mantiene.
Esta actuación, señalan desde Avant, permite usar el actual emplazamiento de este tinglado para dotar de los servicios necesarios para los usuarios del nuevo acceso ferroviario.
La solución acordada por Adif y Ayuntamiento, defiende Avant, posibilita la conservación de los elementos patrimoniales y de los materiales con los que fueron realizados en su día, atendiendo a su valor histórico para la ciudad de Alicante. Permite, además continuar con los trabajos para poder adecuar la zona de embarque de la estación y «cumplir con sus plazos de obra programados». Es decir, que el AVE seguirá llegando a Alicante a finales de este año y no más tarde, como Adif advirtió que ocurriría si le obligaban a conservar los tinglados.
Esta solución intermedia llega tras meses de tiras y aflojas entre el Consistorio y Adif, desde que en octubre de 2011 el grupo popular presentase al Pleno y aprobase una moción para proteger estas dos construcciones del siglo XIX. Adif salió entonces al paso advirtiendo de que esta protección retrasaría los plazos de ejecución y la llegada del AVE.
No obstante, el acuerdo no es del agrado de todos. El portavoz del grupo municipal de EU, Miguel Ángel Pavón acusó ayer a la alcaldesa de «hipocresía» por «erigirse en salvadora del patrimonio alicantino y después permitir que lo derriben», en relación al segundo tinglado, que desaparecerá.
En este sentido, recordó que el acuerdo plenario procede de una moción del propio PP y anunció que presentará una denuncia al Seprona para evitar que se derribe este tinglado. «Es falso que su construcción sea posterior y, aunque está reformado, detrás se conservan los muros originales, como es el caso del que se va a proteger», señaló el edil.
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