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I. PALACIOS
Viernes, 27 de enero 2012, 02:07
Parecía una posibilidad muy poco probable hasta hace muy poco tiempo, pero este fin de semana puede hacerse realidad la 'ley seca' en las calles Isaac Peral y Barracas de la capital de la Plana, más conocidas como las tascas. Y es que la ordenanza municipal que impide consumir alcohol en la vía pública se aplicará desde hoy mismo por parte de los empresarios, que pondrán personal en las puertas de sus locales para evitar que los clientes saquen la bebida fuera del establecimiento.
Los hosteleros se reunieron con el concejal de Sostenibilidad, Gonzalo Romero, para trasladarle las medidas de control que los locales deben aplicar, ya que la zona de ocio queda sin cobertura legal al menos hasta que en marzo se apruebe definitivamente la nueva ordenanza sobre consumo de alcohol en vía pública que se ajuste a la Ley sobre Drogodependencias.
El equipo de Gobierno aprobará provisionalmente hoy en el pleno municipal la nueva normativa, que incluirá la modificación del artículo 26, que concedía «singularidad» a las tascas al permitir el consumo de alcohol en la vía pública más allá de las diez de la noche, que fue anulado por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) por contradecir la ley autonómica.
No obstante, el texto deberá someterse a exposición pública durante un plazo de 30 días antes de su aprobación definitiva, aunque este periodo podría prolongarse si se presentan alegaciones.
De este modo, la vigilancia en las puertas de los establecimientos ha sido una de las medidas acordadas entre los empresarios y el concejal de Sostenibilidad, a las que se suman otras como la instalación de carteles informativos en los establecimientos indicando la prohibición de beber en el exterior «para sensibilizar a los clientes», según afirmó el propietario de una de las tascas de la calle Barracas.
Los hosteleros no son ajenos al hecho de que, con el establecimiento de la 'ley seca', el flujo de clientes bajará considerablemente, por lo que el de febrero será «un mes largo» y las pérdidas para el sector se prevén «tremendas».
Algunos se plantean incluso cerrar hasta que la ordenanza sea aprobada definitivamente: «¿Vale la pena asumir tantos gastos cuando los beneficios van a reducirse tanto al no estar permitido el alcohol en la calle?», aseguró un afectado.
Cambio de hábitos
Asimismo, son conscientes también de lo difícil que será el cambio de hábitos entre la clientela que frecuenta esta zona de ocio de Castellón. «Vamos a tomar medidas para que la gente no saque bebida a la calle durante este periodo, pero no podemos controlarlos a todos; la gente no lo entiende, está indignada», comentó Ernesto Bou, otro de los propietarios de un establecimiento en la zona de las tascas.
A pesar de todo, ninguno de ellos se plantean convertirse en un 'insumiso' de la norma, y coinciden en que, hasta que la nueva ordenanza cuente con el visto bueno definitivo, las medidas acordadas son la única salida que les queda. «Ya nos han dicho desde el Ayuntamiento que este mes habrá mucho control policial en la zona y no queremos arriesgarnos a que nos denuncien», concluyen.
Desde el Consistorio, sin embargo, han asegurado que no dispondrán ningún dispositivo policial extraordinario para vigilar el cumplimiento de la ley.
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