Decenas de miles de funcionarios claman contra los recortes del Consell

Pitos, pancartas, redobles de tambor y mucha indignación. Jovenes y mayores. Estudiantes y profesores. Bomberos con su uniforme, sanitarios con batas blancas y todo tipo de profesionales de la función pública se adueñaron ayer del centro de Valencia en su protesta contra los recortes de la Generalitat. La marcha, convocada por CC.OO, UGT, Intersindical, CSIF y FSES, congregó a unas 100.000 personas, según los organizadores. Fuentes policiales cifraron en 20.000 la cantidad de asistentes y las marchas se repitieron en Alicante y Castellón.

Desde antes de las seis de la tarde, la Plaza de San Agustín era un bullicio. A la gran presencia de trabajadores llegados de pueblos de toda la provincia se unió también un mar de estudiantes. El resultado fue una multitudinaria serpiente humana que se abrió pasó a través de la calle San Vicente y congestionó el corazón de la ciudad y sus accesos.

Según el Ayuntamiento de Valencia, sobre las 19 horas estaba cortada a la circulación de vehículos en la calle San Vicente desde la Plaza de España. El gigantesco tapón de tráfico afectó a la calle Xàtiva, el puente de Aragón, la gran Vía Marqués del Turia y la Plaza América.

Los manifestantes exigieron la retirada del decreto de recortes y la «depuración de responsabilidades» en el Gobierno valenciano. En su avance hacia el Palau de la Generalitat, la larguísima comitiva paseó su lema: «No a los recortes de los servicios públicos. Depuración de responsabilidades en el Consell».

El veredicto del jurado que el miércoles proclamó la inocencia de Camps no parecía haber hecho mella en los asistentes. «Expresident, a Picassent», gritaban. Un grupo de personas incluso llevó sus protestas a las puertas de la casa de Camps. Otros la emprendieron con la alcaldesa: «Rita, Rita, Rita, el dinero no se quita».

Entre algunos de los lemas se pudo leer: «No podemos apretarnos el cinturón y bajarnos los pantalones al mismo tiempo» o «nosotros sí que somos inocentes». Otros se preguntaban: «¿Si los funcionarios no robamos, por qué siempre lo pagamos?». Algunos portaban tijeras gigantes de cartón y guillotinas para simbolizar el afilado sueldos y servicios.

Al llegar a la Plaza de la Virgen, la cabeza de la protesta rodeó el Palau de la Generalitat y volvió a gritar contra Camps. Los manifestantes también pidieron la dimisión del conseller de Hacienda yAdministración Pública, José Manuel Vela.

A la cabeza estaban los representantes de los cinco sindicatos convocantes. El secretario general de UGT-PV, Conrado Hernández, se mostó en contra del decreto de recortes. Aseguró que en la Comunitat ha habido «abusos y exceso de gasto en grandes obras». El presidente de CSIF, Daniel Matoses, calificó la situación como «un retroceso de 20 años en la historia que además será inútil».

«A nosotros nos entran 500 euros menos en casa por los recortes», lamentaba una pareja de sanitarios de La Fe. A pocos metros, unos jóvenes de Bachillerato de un instituto de Torrent se quejaban: «No hay ni para fotocopias. Damos clase en barracones y pasillos y estamos sin calefacción».