Galerías que luchan por sobrevivir
Leonarte, en pie pese a la crisis, expone la obra del zamorano Toño Barreiro, mientras Val i 30 cierra sus puertas y da por finalizada su prestigiosa trayectoria
PPLL
Sábado, 28 de enero 2012, 04:20
«El arte es otra forma de conversar, ni más ni menos compleja que el lenguaje verbal o escrito», afirma Toño Barreiro, artista zamorano nacido en 1965 y que vive y da clases en la Comunitat Valenciana desde hace años. La obra que expone en la galería I Leonarte es sorprendente por sus originales formatos y su sofisticada técnica, en la que lo artesanal y lo tecnológico se dan la mano. Dibujos infinitos, serigrafías en series de diez, infografías/laberintos y acrílicos sobre tela de gran tamaño -podríamos llamarlos relieves, en torno a 200x150-, de colores cromáticos y brillantes, con efectos volumétricos que parecen remitirnos tanto al Universo como a los enigmas del microcosmos. «Hay que dejar que el sueño de la razón lleve su curso», sostiene Barreiro. «Muchas cosas se le escapan a la razón, por suerte», añade este pintor de vocación escultórica, y que cuestiona con sus indagaciones formales los límites tiránicos del medio pictórico.
Los nombres de sus obras son asimismo muy curiosos: 'Deconstrucción II' (228x158), 'Anélido III' (la de mayor tamaño, 242x211), 'Anélido VIII' (evocaciones espirales en color gris). Los anélidos son animales con anillos o pliegues transversales externos. Entre las exposiciones colectivas de Barreiro destaca la que hizo en el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (2007) y entre las individuales, las de May Moré (Madrid, 2003, 2005 y 2008) y Luis Adelantado (2003).
Leonarte no baja su exigente nivel. En un momento en que las galerías luchan con todas sus fuerzas por sobrevivir, esta sala continúa con una programación arriesgada.
La histórica galería valenciana Val i 30, fundada en 1966 y de muy prestigiosa trayectoria (Saura, Sempere, Equipo Crónica, Tàpies, Millares, Arroyo, Armengol, Yturralde, Teixidor, Miquel Navarro, Ramírez Blanco.), anunció días pasados que cerraba sus puertas. El pesimismo de la razón ha vencido al optimismo de la voluntad.
En mi recorrido semanal por las galerías valencianas, estas son algunas de las opiniones que me han transmitido sus responsables: «La administración se ha merendado el mundo de las galerías, se han arruinado ellos y nos han arruinado a nosotros, los museos públicos se nutren del presupuesto público y las galerías tenemos que pagar local, empleados, luz, catálogos.»; «Nos han dejado sin función»; «¿Qué hacemos aquí?, no se vende nada, pero me da rabia irme así.».
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