Las ayudas para rehabilitar viviendas acumulan un retraso de casi tres años
La falta de liquidez autonómica demora el pago de estas subvenciones y frena el despegue de las reformas en Castellón
L. NOS CRUZADO redaccion.castellon@lasprovincias.es
Domingo, 29 de enero 2012, 01:41
La crisis que desde hace años mantiene prácticamente paralizada la construcción ya no sólo en Castellón sino en España en general, convierte a la rehabilitación en una de las alternativas más claras para la recuperación de un sector que en su día fue uno de los principales motores económicos de la provincia. Sin embargo, la falta de ayudas públicas o, mejor dicho, el retraso en el cobro de las mismas, hace que muchos se lo piensen dos veces antes de embarcarse en un proyecto de tal envergadura, puesto que la prestación puede tardar hasta tres años.
En concreto, en la provincia de Castellón, y según los últimos datos facilitados por la Asociación Provincial de Empresas de la Construcción (Apecc), existe actualmente un stock de más de 20.600 viviendas de nueva planta a las que está resultando muy difícil dar salida. El elevado índice de paro, la falta de crédito bancario y la escasez de subvenciones por parte de las administraciones complica en gran medida la compraventa de inmuebles, con lo que la reforma de las que ya existen se erige como una salida, cuanto menos, mucho más económica.
Aún así, lo cierto es que, aunque en su día los organismos públicos se dieron cuenta de la importancia de este nicho de mercado y pusieron a disposición de los ciudadanos un completo abanico de opciones para fomentar la rehabilitación, hoy por hoy resulta complicado acceder a estas ayudas en la provincia debido a los retrasos.
Ocurre, por ejemplo, con las subvenciones que gestiona la Generalitat Valenciana y que se enmarcan en el denominado Plan de Vivienda y Rehabilitación 2009-2012. Para solicitarlas, el ciudadano debe acreditar que los ingresos familiares no excedan de 6,5 veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM) y que no haya obtenido ayudas del Plan de Vivienda por actuaciones de rehabilitación en los diez últimos años.
Asimismo, se debe presentar un proyecto de obra y demostrar que el inmueble a reformar constituirá el domicilio habitual y permanente del solicitante, siendo imposible venderlo o arrendarlo en los próximos cinco años.
A cambio, el solicitante podrá percibir hasta 2.500 euros de subvención (un poco más si se trata de una persona mayor o con algún tipo de discapacidad). El plazo para cobrar: mínimo de dos años.
En lo que se refiere a las ventajas fiscales, las obras de mejora y rehabilitación de la vivienda pueden beneficiarse de la aplicación de un IVA reducido del 8 por ciento hasta 2012. También hay una lista de gastos deducibles en el IRPF.
«El papeleo es complicado», confiesan al respecto fuentes de la Conselleria. Además, dicen, «no existen garantías de cobro»; y es que teniendo en cuenta la difícil situación en la que se encuentran las arcas autonómicas, «puede que cuando a una persona que tiene la ayuda aprobada le llegue el turno de cobrar, no exista dinero suficiente para pagarle».
El hecho de que ayuntamientos como el de la capital de la Plana hayan encarecido las tasas urbanísticas, como la concesión de las cédulas de habitabilidad o las visitas a obras, tampoco contribuye a reactivar un sector, el de la construcción, que aglutina a un gran número de los cerca de 80.000 parados con los que la provincia contaba al cierre del ejercicio 2011. Y es que un territorio donde existen más de 76.000 viviendas con más de 30 años de antigüedad, la rehabilitación se postula como una de las salidas más viables a la actual crisis del ladrillo.
Consejos de la OCU
Pese a todo, quienes se animen a embarcarse en la aventura que hoy por hoy supone rehabilitar una vivienda deben tener en cuenta una serie de recomendaciones como las que la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recoge en la guía titulada 'Ocho consejos para reformar tu casa'. Solicitar, al menos, tres presupuestos, contratar a profesionales con referencias y pedir «siempre» que te facturen con IVA son algunos de estos consejos.
Además, desde la OCU recomiendan también comprobar si se tiene un seguro del hogar que cubra los posibles daños que se pudiesen producir en la vivienda y en la comunidad de vecinos y, «lo más importante, reclamar si la reforma se terminó mal».
Respecto a la calidad de los materiales a utilizar, señalar que se deben especificar en el presupuesto. También hay que fijar, por escrito, una fecha de finalización una vez se haya seleccionado una opción, incluyéndolo como anexo en el contrato de obras. «Es vital que este contrato fije una fecha de finalización de la reforma, superada la cual el profesional deberá pagar una penalización, por ejemplo 60 euros por día de retraso», apuntan al respecto desde la OCU.
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