Las temperaturas bajo cero 'congelan' el suministro de agua en la Tinença

Como si de plena época de sequía se tratara, los pueblos situados en el parque natural de la Tinença de Benifassà, en el Baix Maestrat, sufren desde hace días carencias en el suministro de agua corriente debido a las bajas temperaturas que ha traído la ola de frío, muchas veces bajo cero, que han provocado que se congelaran las tuberías y que el servicio esté en la actualidad total o parcialmente interrumpido.

Una situación «inédita», tal y como señalan desde el Ayuntamiento de la Pobla de Benifassà, localidad que está sufriendo restricciones. «Del grifo sale agua, pero muy poca, ya que la bomba no funciona bien porque se han helado las tuberías», manifiestan.

Esto ha hecho que en el pueblo se enciendan las alarmas, puesto que de alargarse la ola de frío el servicio podría quedar interrumpido. «Ahora estamos utilizando las reservas, pero se nos acabarán muy pronto», explican desde el Consistorio del municipio, que no ha vivido una situación igual «desde hace muchos años».

Donde el suministro de agua se encontraba totalmente interrumpido fue en Coratxar y en Castell de Cabres. En la primera localidad, la red de agua se encontraba totalmente congelada, mientras que en la segunda -donde se han registrado hasta 10 grados negativos durante los últimos días- los vecinos afirman que no disponen de agua corriente desde el pasado día 3.

En Fredes, una de las localidades que más ha sufrido las consecuencias de las temperaturas bajo cero, el suministro de agua funciona con normalidad, a pesar de que debido a las bajas temperaturas se han estropeado muchos contadores, explican desde el municipio.

Lo peor es que las predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) establecen que la situación todavía se mantendrá durante unos cuantos días. De este modo, por ejemplo en Castell de Cabres -donde ayer el termómetro llegó a marcar cinco grados negativos- se prevén para mañana temperaturas que rondarán los cero grados, con más frío incluso para el próximo fin de semana.

Sin embargo, parece que la ola de frío ya da sus últimos coletazos y de cara a la semana siguiente la situación volverá a la normalidad.

En cuanto a la situación en el resto de la provincia, la dinámica es la misma, aunque por supuesto la intensidad del frío difiere mucho entre comarcas. En la capital de la provincia, las temperaturas marcaron ayer mínimas de dos grados, pero a unos pocos kilómetros, concretamente en Burriana, la torre meteorológica instalada por el Departamento de Meteorología y Climatología de la Fundación CEAM (Ceamet) llegó a los -3,3 grados.

Precisamente ésta fue la localidad en la que se vivió un cambio de temperatura más brusco a lo largo del día de ayer, ya que se llegaron a registrar máximas de 11,3 grados; es decir, 13 de diferencia respecto a la mínima.

Frío extremo en Els Ports

Como no podía ser de otra manera, las mínimas se marcaron ayer en la comarca de Els Ports, con temperaturas de -9 grados en Herbés y Fredes. Tampoco se libraron del frío extremo en la comarca de l'Alcalatén, con -8 en Vistabella, ni en el Alto Palancia, también con -8 en Pina de Montalgrao.

Es por ello que la Agencia Estatal de Meteorología ha establecido la alerta amarilla por frío en toda la provincia, ya que prevé que se podrán alcanzar temperaturas por debajo de los -6 grados en alguna localidad.

Las bajas temperaturas han hecho que en algunas localidades menos habituadas al frío, como en Vila-real, se hayan activado mecanismos desde el Ayuntamiento para afrontar mejor esta situación.

Así la concejalía de Servicios Sociales de la localidad ha hecho que se intensifique el número de rutas a realizar por parte de las patrullas de la Policía Local «con el objetivo de vigilar a las personas expuestas a las bajas temperaturas», como por ejemplo los mendigos.