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LAURA GARCÉS
Lunes, 27 de febrero 2012, 01:31
Evitar la pérdida de la capacidad de ser madre cuando se sufre cáncer. Es el objetivo del programa de preservación de la fertilidad mediante la congelación de tejido ovárico. La posibilidad de acogerse a este programa no solo está previsto para las mujeres adultas que sufren la enfermedad. También las niñas afectadas por el cáncer cuentan con esta posibilidad. Y cada vez son más las que lo eligen.
Desde que en 2008 se puso en marcha en el Hospital La Fe, 24 menores han congelado su corteza ovárica «con éxito» en este centro sanitario. Desde la dirección del hospital aseguran que la cifra «va en aumento» entre niñas cuya media de edad se sitúa en los 10 años. En 2011 se registraron nueve congelaciones de tejido.
El incremento que apuntan se debe, sobre todo, a que mientras hace unos años la implantación de la técnica era experimental, ahora ya está más extendida y se puede ofrecer en un mayor número de casos. Aún así puntualizan que no en todos los casos de niñas afectadas por el cáncer se puede optar por aplicar este procedimiento.
En el Hospital La Fe es la unidad de Oncología Pediátrica la encargada de atender a estas pacientes. Se trata de un servicio «de referencia para los casos más complejos de la Comunitat e incluso de otras autonomías limítrofes, desde donde son remitidos».
La oferta del tratamiento de preservación se plantea cuando a una paciente pediátrica -también hay programas para mujeres adultas- se le diagnostica un cáncer y tiene que someterse a tratamiento de quimioterapia o radioterapia que puede dañar «su futura fertilidad debido a los efectos secundarios que lleva aparejados».
Para evitar que la terapia contra el tumor dañe la fertilidad, antes de que se inicie el tratamiento -si está indicado y la paciente lo solicita- se extrae tejido ovárico, que se someterá a criopreservación, un sistema que permite conservarlo durante un largo periodo de tiempo. El tejido ovárico es la corteza que cubre los ovarios y que contiene los ovocitos.
Cuando la paciente ha vencido a la enfermedad se le vuelve a implantar aquel tejido ovárico que tiempo atrás se le extrajo y guardó. Una vez reimplantado se conseguirá que la función ovárica y de todo el aparato reproductor recupere su actividad normal y, por tanto, la capacidad de ser madre habrá quedado a salvo.
Los especialistas aseguran que la extracción del tejido supone una intervención «sencilla» que se practica sobre el ovario derecho. A esta actuación médica sigue la congelación en nitrógeno líquido a 196 grados bajo cero en el Banco de Tejidos. Después llegará el momento del trasplante autólogo, es decir, con el tejido de la propia paciente.
En la Comunitat Valenciana ya hay experiencia de éxito en mujeres adultas de hasta 40 años. En 2009 el Hospital Doctor Peset consiguió el primer embarazo de España tras extraer tejido ovárico en una mujer de 39 años que sufrió cáncer. Dio a luz a los primeros gemelos del mundo nacidos tras la combinación del reimplante del tejido ovárico y vitrificación de óvulos.
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