Ontinyent pide a la Diputación que aclare la accesibilidad al Clariano

Los concejales de Territorio y Servicios Sociales del Ayuntamiento de Ontinyent, Rebeca Torró y Manuel Ruiz, respectivamente, han solicitado una reunión con la Diputación de Valencia tras recibir, con 15 días de diferencia, dos informes del ente provincial que se contradicen entre sí en referencia a la situación de la accesibilidad del proyecto de estabilización de taludes del margen derecho del río Clariano, que fue inaugurado en marzo de 2011 por el presidente de la Diputación, Alfonso Rus.

La concejala de Territorio ha recordado que «este acceso inaugurado poco antes de las elecciones municipales con clara precipitación electoralista era inaccesible para los ciudadanos con movilidad reducida con el que no solo se incumplió la ley sino que se faltó el respeto a estas personas».

A raíz de la difusión mediática del asunto y tras darse cuenta de que la obra había sido un «error» el portavoz del grupo socialista en la Diputación, Rafael Rubio, pidió una solución técnica para hacer accesible esta obra. Esta moción fue aprobada por la totalidad de los grupos en la Diputación, incluido el PP, «pero como ha hecho el PP en tantas otras ocasiones olvidó esta petición en un cajón», ha señalado el concejal de Servicios Sociales.

Ruiz también ha recordado que la diputada de EU, Rosa López, preguntó el pasado mes de noviembre sobre este asunto al presidente de la Diputación, Alfonso Rus, y tal y como apunta el concejal de Servicios Sociales, «Rus vino a decir que no se acordaba y que iba a pedir un informe sobre la posibilidad de la accesibilidad de esta obra». La «sorpresa», según el edil vino cuando llegó un informe al Ayuntamiento de Ontinyent con fecha de 24 de enero de 2012 en el que se explicaba que «era prácticamente imposible ejecutar la accesibilidad por el desnivel que hay en la zona». Para Ruiz «la sorpresa fue mayor» cuando unas semanas después llegó otro informe con fecha de 9 de febrero de 2012 que «nos decía que sí que es posible hacer la obra accesible con una plataforma elevadora y que costaría unos 30.000 euros».

En vista de esta contradicción los dos ediles quieren que «nos expliquen exactamente por qué se nos dijo que no y después que sí y por qué si la obra se puede, verdaderamente, hacer accesible, por qué razón no se tuvo en cuenta inicialmente cuando se elaboró el proyecto». Por último han concluido, «que nos aclaren qué es lo que piensan hacer».