

Secciones
Servicios
Destacamos
MIKEL LABASTIDA mlabastida@lasprovincias.es :: IRENE MARSILLA
Lunes, 12 de marzo 2012, 10:35
La suya es una cara conocida por su oficio de actor. Pero guarda una cara menos conocida, la de director de cásting, una profesión que consiste precisamente en buscar caras más o menos conocidas. Se cierra el círculo.
«El trabajo más importante de ser actor es hacer pruebas. Que te cojan es el premio». Diego Braguinsky organiza cástings y se presenta a otros para probar suerte. Conoce este mundo desde los dos vértices. No es una excepción. Pep Armengol o Laura Cepeda aparcaron su faceta interpretativa para dar la oportunidad a otros de que encontrasen el papel de su vida. O al menos uno que les arregle la vida durante unos meses.
¿Existe el cásting perfecto? Todos los directores lo desean. Y a veces se acierta. Muchos recuerdan el de la película 'Días contados', de Imanol Uribe, que descubrió al cine rostros poco habituales como los de Carmelo Gómez, Pepón Nieto, Ruth Gabriel, Candela Peña o Elvira Mínguez. La persona responsable de hallar a estos intérpretes desconocidos fue Paco Pino. «Se le tiene como referente. A partir de ese momento la labor en España se empieza a profesionalizar. Hasta entonces se creía que cualquiera podía ocuparse de esa tarea», explica Braguinsky. Después han llegado otros como Luis San Narciso o Luis Gimeno, que han adquirido fama por sus hallazgos.
«Pero aquí no hay estrellas. Esta es una labor de equipo. Lo que yo digo no va a misa. Realizo las pruebas y expongo mis preferencias. Después influyen otras opiniones que quizá no había previsto y otras opiniones como la del director o los productores», comenta este actor que no hizo cástings para convertirse en director de cásting.
«Soy guionista de L'Alqueria Blanca. Cuando la temporada pasada estábamos hablando de tramas y de diferentes perfiles yo daba mis ideas sobre cómo deberían quienes se ocupasen de esos personajes. Fue así como el director me propuso que acometiese la búsqueda». Experiencia por su labor al frente de la compañía Ornitorrincs la sobra. Además también se ha ocupado del elenco de las dos primeras temporadas de 'Senyor Retor'.
«Hago lo que yo a veces no me encuentro: me tomo el tiempo necesario, le dejo tiempo al actor para que dé lo mejor de sí, soy respetuoso con su trabajo. He estado en cástings que en diez minutos te echan a la calle y no has podido mostrar nada», cuenta Braguinsky. A sus pruebas no se presentan números, sino compañeros.
Un personaje, por muy bueno que sea, nunca será nada si no se encuentra a quien lo ejecute. Para ello es mejor dar todas las facilidades para que los intérpretes acudan preparados. Se les envía guión, perfiles, se someten a varias pruebas... Cada vez hay más cursos y libros sobre este asunto. Nani Jiménez, Miguel Barberá o Álex Gadea pasaron por estos exámenes. Los superaron. Y ahora recogen sus frutos. «En una prueba no se valora la capacidad o excelencia del actor, sino si encaja bien en un papel».
¿Le surgen muchos amigos a un director de cásting? «En mi caso no serviría de mucho. Soy honesto, voy a favor de la producción. He llegado a dar personajes a actores que no me caen bien. Miro con cariño a todo el mundo. Si se ajusta al personaje, me sirve».
La labor es ardua. Pero para lograr un buen elenco debe ser exhaustivo. Hay que preparar las pruebas, buscar por agencias, revisar videobooks en internet...
Llegó por casualidad a este mundo pero se queda. «Este trabajo me divierte».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.