El hombre asesinado en una finca fue dueño de un burdel

Isidoro M. C., el hombre de 62 años cuyo cadáver fue hallado el miércoles en una nave situada en la partida alicantina de Bacarot, fue propietario de un club de alterne en Cantabria. De hecho, al parecer el fallecido tenía antecedentes en la Guardia Civil relacionados con estos asuntos, según ha podido saber este diario.

El grupo de Homicidios de la Policía Nacional de Alicante está investigando los negocios del fallecido para determinar si el crimen está relacionado de alguna manera con sus actividades comerciales. Actualmente, tenía una mercantil dedicada a la compraventa de productos de 'todo a 100'. De hecho, su cuerpo, que presentaba al menos una decena de puñaladas, fue hallado en una especie de almacén que tenía alquilado en la partida rural de Bacarot (Alicante). Fue su compañera sentimental, una mujer paraguaya de 30 años, quien encontró su cadáver el miércoles, puesto que llevaba desaparecido desde el día anterior.

El fallecido tenía al menos una decena de cuchilladas en el cuello y en el tórax, así como heridas defensivas en las manos, puesto que, al parecer, intentó frenar el brutal ataque de su asesino. Tras el crimen, el presunto autor o autores de la muerte huyeron en el coche de la víctima, un Mercedes que fue abandonado posteriormente en una zona del campo de Elche.

Isidoro M. era natural de Torrelavega (Cantabria), y, antes de trasladar su residencia a Alicante, montó varios negocios por la comarca cántabra de Campoo. Según varias fuentes consultadas por este periódico, las «deudas» le obligaron a marcharse de la región. Regentó durante un tiempo el conocido club de alterne La Gárgola, situado en el pueblo de Cervatos, que hoy en día sigue funcionando en manos de otros gestores. A la vez, y durante un mismo periodo de tres años, abrió una tienda de compraventa de antigüedades y un pub, ambos en Reinosa (Cantabria).

Estos negocios se suman a su larga carrera empresarial, que inició después de dejar su trabajo como escayolista en 'Escayolas Paco', de Torrelavega. A partir de ahí, su periplo incluye desde una zapatería en Torrelavega hasta un taller de automóviles. Además, figura como perito judicial en Mallorca.