De la ley seca a la ley del silencio

Los propietarios de los locales que conforman la emblemática zona de ocio castellonense de las tascas están dispuestos a silenciar la polémica que desde hace tiempo envuelve a este céntrico espacio de una vez por todas. Y lo harán, precisamente, colocando los reivindicados toldos fonoabsorbentes que permitirán minimizar los ruidos y molestias que generan los miles de jóvenes y no tan jóvenes que se reúnen cada semana en dicho entorno para tomarse unas cañas, unos vinitos o unas tapas.

Así lo aseguraba ayer el alcalde de la capital de la Plana, Alfonso Bataller, quien recordaba que la instalación de dichos toldos en las calles Isaac Peral y Barracas era una de las medidas que exigía el Ayuntamiento de Castellón tras la declaración del entorno como Zona Acústicamente Saturada (ZAS) en 2010.

Desde entonces hasta ahora han pasado más de dos años y muchos conflictos. El último, que espera zanjarse definitivamente a finales de mes, el que llevó a implantar en las tascas la bautizada como ley seca. Más de tres meses en los que no se ha permitido sacar bebidas a la calle y que han conllevado pérdidas «de hasta el 60 por ciento» según los empresarios.

Y es que no hay que olvidar que el artículo 26 de la ordenanza municipal que concedía «singularidad» a esta concurrida zona de ocio y por lo tanto permitía el consumo de alcohol en la vía pública fue anulado por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) por contradecir la ley autonómica a finales de 2011. Un hecho que obligó al Ayuntamiento a modificar la normativa, exponer al público el nuevo texto, responder a las alegaciones y aprobarlo definitivamente para que pueda entrar en vigor, decía ayer el primer edil, «previsiblemente a finales de este mismo mes».

Para entonces ya se podrá beber en la calle de nuevo, lo que implica que los propietarios de los locales tendrán que darse prisa en colocar los toldos si no quieren que los vecinos y plataformas como Castelló Sense Soroll se les vuelvan a echar encima por las molestias ocasionadas.

Listos a finales de mayo

Según avanzó ayer Alfonso Bataller, estos elementos fonoabsorventes podrían estar listos «a finales de mayo», y aunque su coste correrá íntegramente a cargo de los empresarios, el Consistorio no descarta ayudarles en el montaje o con pequeñas subvenciones.

Así pues, parece que las medidas para silenciar la polémica llegarán tarde pero llegarán, y las tascas pasarán de la ley seca a la ley del silencio, por lo menos para quienes estén por encima de los toldos.

Y es que, aunque hace ya dos años que el Diario Oficial de la Comunitat Valenciana publicó la entrada en vigor de la zona ZAS en las tascas de Castellón, no ha sido hasta ahora cuando los hosteleros han dado el paso definitivo para cumplir con una de las principales medidas decretadas por la normativa. Antes, eso sí, cumplieron con otras obligaciones, como la prohibición de dejar beber en la calle después de las 23.30 horas.