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Estudiantes caminan por el campus de la Universidad Complutense de Madrid. :: R. C.
España, a la cola de Europa en precios y en inversión pública
Politica

España, a la cola de Europa en precios y en inversión pública

Los universitarios de EE UU pagan al año una media de 11.500 euros y Reino Unido ha triplicado las tasas hasta los 9.000

MARÍA DURO

Viernes, 20 de abril 2012, 02:51

La decisión del ministro de Educación, José Ignacio Wert, de flexibilizar la legislación para que las Comunidades Autónomas puedan subir las tasas universitarias a fin de aliviar sus arcas no es exclusiva de España, sino que bajo las particularidades de cada sistema, el debate sobre cuánto debe pagar el estudiante ya ha recorrido toda Europa.

A día de hoy España es uno de los países con las tasas universitarias más bajas del continente. Así, en función de la titulación y de la Comunidad Autónoma -pueden aplicar un incremento adicional de hasta cuatro puntos-, cada alumno abona entre 600 y 1.500 euros anuales en concepto de matrícula, lo que supone solo sufragar entre el 15 y el 20% del coste real de los estudios. Sin embargo, el porcentaje de financiación pública está también entre los más bajos, con el 0,1% del PIB destinado a la enseñanza superior, frente al 0,2% que dedican de media los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos).

Con los últimos datos disponibles de 2008, la inversión estatal en educación de los miembros de la OCDE varía entre un 0,6% de Italia, el 1,5 de Reino Unido y el 3% de Estados Unidos, aunque estos países con un gasto total elevado cuentan con sistemas de ayuda a estudiantes más desarrollados, que van desde la financiación privada hasta la concesión de créditos.

Este es el caso de Estados Unidos, donde son los estudiantes quienes asumen la financiación de su educación mediante el pago de altas tasas de matriculación, a las que pueden hacer frente mediante becas o préstamos públicos (el 79% del alumnado disfruta de estas ayudas). La contribución puede oscilar entre los 11.500 euros anuales en las universidades públicas a los 38.000 en centros privados. La OCDE advierte contra este modelo, ya que la existencia de un gravamen elevado puede desmotivar a los estudiantes.

Un sistema similar al norteamericano es el que Reino Unido adoptó a finales de 2010, entre fuertes protestas estudiantiles. Durante semanas miles de universitarios se echaron a la calle para protestar contra lo que denominaron un modelo de universidad elitista. El Gobierno conservador de David Cameron decidió triplicar las tasas universitarias, que pasaron de un máximo de 3.400 euros anuales a cerca de 9.000. La reforma, que ha entrado este año en vigor, contempla que los estudiantes paguen la matrícula después de haberse incorporado al mundo laboral, con el 9% de sus ingresos salariales hasta saldar la deuda.

Al igual que en el país británico, en Italia son las universidades las que deciden qué cantidad pueden cobrar al alumno, aunque es el Estado el que finalmente fija una cantidad mínima. El porcentaje de personas que recibe becas y préstamos públicos no es muy elevado, si bien las tasas son moderadas, con una media de 1.000 euros al año.

En Francia, donde la matrícula es aún más baja que en España se empiezan a escuchar las primeras voces que piden que piden incrementar las tasas para asegurar la sostenibilidad del sistema a largo plazo. Se calcula que el país galo invierte 7.300 euros al año por alumno.

Otro espejo donde mirarse es Alemania, aunque se mueve en otro sentido: cada länder cuenta con su propio modelo, por lo que acceder a la universidad puede ser gratuito, como ocurre desde hace años en los países nórdicos, o que cada alumno solo tenga que abonar de media 500 euros por semestre.

En este sentido, la OCDE indica en un informe publicado este año que en aquellos países donde no hay gravámenes se dan elevados niveles de acceso a la educación superior, lo que «puede deberse a que sus sistemas de apoyo financiero a los estudiantes incluyen la cobertura de costes de manutención». Asimismo, la organización señala que quienes no cobran tasas o su nivel es relativamente bajo -como es el caso de España-, el alumno dispone de un «acceso limitado a la ayuda financiera».

Desde la OCDE se aboga por implementar «sistemas de financiación a la educación que apliquen un nivel moderado de tasas universitarias, porque tienen más oportunidades para promover el acceso, la igualdad, el término de los estudios y resultados positivos para los estudiantes».

La cuestión ahora es determinar qué se considera una 'tasa moderada' que pueda permitir mantener la equidad de oportunidades.

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