La ampliación de la A-3 se prolongará cuatro años por falta de presupuesto

La Cámara de Contratistas vaticina que las obras de ampliación de la A-3 y la V-21 se volverán a paralizar por enésima vez en unas semanas debido a la falta de consignación en los Presupuestos Generales del Estado. «Hay obras que ya a fecha de hoy se deben paralizar ya que lo ejecutado desde principiso de año se ha comido la consignación presupuestaria del año», explica el gerente de la Cámara, Manuel Miñés.

El Gobierno ha decidido alargar, como ya contó LAS PROVINCIAS, los plazos de finalización de las obras en marcha, incluidas las ampliaciones de la V-21 y la A-3, pese a que «la entrada a Valencia por el norte, vía Barcelona le quedan seis meses efectivos de obra, mientras que la autovía de Madrid podría finalizarse técnicamente en no más de 12 meses. Sin embargo, se prorrogan, respectivamente, hasta 2014 y 2015.

Los contratistas denuncian que en la Comunitat Valenciana no se ha iniciado ninguna obra nueva desde hace tres años y se ha pasado de 1.390 millones de inversión en 2007 a 144 millones en 2012.

El problema del alargamiento de los plazos de las obras en marcha es que los conductores tienen que soportar los cortes de tráfico, los carriles estrechos y la inseguridad vial por más tiempo. Miñés augura que en los «años 2013 y 2014 las obras del tercer carril de la A-3 y la V-21 van a ir a ralentí, y todo ello con un grave perjuicio para el usuario».

De momento, el presidente de la Cámara de Contratistas, Gregorio Fernández, ya se ha reunido con la delegada del Gobierno, Paula Sánchez de León, para transmitirle su preocupación por la escasa inversión que aparece en el Ministerio de Fomento. Sánchez de León prometió organizar una reunión con los empresarios, en la que también estuviera la consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, para intentar poner en marcha la colaboración público-privada. En este sentido, los contratistas lamentaron que el intento del anterior conseller, Mario Flores, de incentivar obras que fueran rentables fracasó por el poco interés que mostraron las entidades financieras. En un año solamente se han celebrado tres reuniones.