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L. NOS CRUZADO
Lunes, 23 de abril 2012, 02:21
El Ayuntamiento de Castellón instalará en breve un medidor de ruidos en las tascas, un elemento fijo cuyo objetivo no es otro que el de comprobar que los toldos fonoabsorbentes que los locales colocarán a mediados de mayo para evitar molestias vecinales cumplen realmente su función.
Así lo explicaba a LAS PROVINCIAS Castellón uno de los propietarios de los ocho negocios que conforman esta céntrica y emblemática zona de ocio de la capital de la Plana. Un entorno que desde hace unos años -pero especialmente unos meses- ha copado decenas de titulares debido a los ruidos y a la instauración de la ya conocida como 'ley seca'.
Todo empezó cuando a finales de 2011 se hizo pública la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) que daba la razón a la plataforma Castelló Sense Soroll -principal detractora de las tascas- y anulaba el artículo de la ordenanza municipal que permitía el consumo de alcohol en este popular espacio.
Desde ese mismo momento, el ayuntamiento y los propietarios de los locales se pusieron manos a la obra para encontrar el modo de eludir el veto. Finalmente lo hicieron, pero aún así las calles Isaac Peral y Barracas han vivido unos meses inciertos en los que no se ha podido sacar bebidas a la calle y en los que se ha llegado a sancionar tanto a hosteleros como a clientes.
Mientras, desde la asociación vecinal Castelló Sense Soroll insistían en que la ley les avalaba, y que la zona -declarada acústicamente saturada (ZAS) desde 2010- debía ser respetada.
Pero el consistorio siguió adelante con sus intenciones y aprobó por unanimidad de todos los grupos una nueva versión del artículo anulado de la ordenanza municipal que concede «singularidad» a las tascas. Así pues, una vez el alcalde, Alfonso Bataller, firme el decreto correspondiente, el consumo de alcohol volverá a estar permitido en las calles Isaac Peral y Barracas.
No obstante, y para evitar nuevas polémicas, los hosteleros han decidido dar un paso más allá y cumplir al fin con una de las medidas correctoras que se comprometieron a adoptar en 2010, justo después de que las zona fuera declarada por el ayuntamiento como Acústicamente Saturada.
Se trata de los ya mencionados toldos fonoabsorbentes, unas estructuras que cubrirán por completo las calles que conforman este céntrico espacio de ocio y en las que los propietarios de los locales invertirán en torno a 35.000 euros.
Al respecto, señalar que los trabajos de colocación de dichos elementos podrían empezar esta misma semana, con lo que se espera que puedan estar listos a mediados del próximo mes de mayo.
Habrá que esperar hasta entonces para ver si realmente dan el resultado esperado o las molestias por ruidos continúan en Castellón.
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