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E.B.
Martes, 24 de abril 2012, 02:14
En los años de bonanza económica, la celebración de una comunión llegaba a ser casi como una boda en miniatura. No se escatimaba casi en nada. Pero la llegada de la crisis no ha dejado opción a mucho y, desde 2088, las familias se han visto obligadas a reducir un 25% el gasto previsto para la ceremonia.
Según un estudio de la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI), el desembolso para celebrar una comunión en la Comunitat Valenciana se sitúa en 2.800 euros, un 31% más caro que en el resto de España, donde la media se fija en 2.125 euros.
«Antes se gastaba mucho más alegremente, pero desde hace tres años aquí se ha notado una barbaridad. Ahora hay que negociar con el cliente hasta el último detalle porque aprietan mucho a la hora de contratar un menú», explican desde el restaurante Mediterráneo, en Albal.
En este salón, que antes tenía lista de espera de hasta dos años, las reservas se hacen ahora con mucho menos tiempo de antelación. El precio más económico ronda los 30-35 euros por menú «y de ahí hasta lo que uno quiera gastar, pero desde luego los que más salida tienen son los más económicos».
Y es que el banquete supone más de la mitad de la factura total. Como las familias han reducido el gasto, «los restaurantes tienen que ajustar sus menús a los presupuestos de los padres para captar clientes y no perder una parte importante de sus ingresos en este periodo», según destaca el informe.
Por eso las ofertas y descuentos están a la orden del día. «Nuestros precios no han subido desde 2009. Además, pueden ahorrarse el IVA si pagan en efectivo, regalamos la barra libre, dos circuitos para el spa y si el menú elegido es superior a los 50 euros, les obsequiamos con dos más de prueba», detallan desde el hotel Olympia, de Alboraya.
Además, muchos padres han recobrado una vieja práctica que estaba en desuso como es reutilizar vestidos de comunión de familiares o amigos o elegir 'trajes de calle', que son más baratos y se pueden utilizar después.
«A los niños les hace ilusión elegir ellos lo que se pondrán ese día, pero aquí cada vez vienen más madres con el atuendo que alguien les ha prestado para que se lo arreglemos», destaca Mercedes, que regenta un pequeño establecimiento de composturas.
El descenso en las ventas ha hecho que las tiendas especializadas vendan sus stocks más baratos fuera de temporada, circunstancia que aprovechan las familias para ahorrarse un dinero. Y es que el traje para un niño cuesta 80 euros mientras que el de niña es algo más caro, 130. A ello hay que sumar zapatos, complementos y peluquería. El reportaje fotográfico y de vídeo, junto a la compra de los recordatorios y obsequios para la familia suponen, otra importante cantidad cercana a los 400 euros. El entretenimiento de los menores con animación eleva casi 200 euros más de media el presupuesto. El precio varía según se opte por algo sencillo como un payaso o si incluye hinchables y otra serie de juegos.
Pero, en cualquier caso, la situación es tan complicada que incluso algunos padres deciden aplazar la comunión o anularla por falta de recursos.
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